La crisis que incentiva el negocio privado...

La crisis que incentiva el negocio privado
Clínicas, universidades y planes de pensiones privados engordan sus beneficios espoleados por la reducción de los servicios públicos
JUAN LUIS GALLEGO - 08/04/2016 - Número 28
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El de Alcira fue el primer hospital público gestionado por un grupo de empresas por una concesión administrativa. CARLES RICARD / EFE
Han sido los grandes beneficiados de la crisis. Un vistazo a los números resulta clarificador: los ingresos de las clínicas privadas no han dejado de aumentar desde 2008, el porcentaje de alumnos en colegios y universidades privados triplica en algunas etapas al de los países de nuestro entorno y las aportaciones a planes de pensiones experimentaron en 2014 un incremento de más del 37% que los devuelve a los tiempos de bonanza. Enseñanza, sanidad y pensiones, las tres líneas rojas que todos los partidos prometen no traspasar, han sido rebasadas en los últimos años con una drástica política de recortes acompañada de una clara, y costosa, apuesta por el sector privado.
La sostenibilidad del Estado del bienestar, hasta ahora intocable, provoca cada vez más dudas, muchas veces interesadas pero siempre inquietantes. Tantas que los españoles que pueden comienzan a utilizar parte de sus ahorros para complementar una pensión que ven en el aire; contratan seguros de salud privados, para evitar esperas cada vez más largas, e invierten en formación privada confiando en una salida laboral que permita sortear tanto desempleo. El negocio está servido.
En 2014 las clínicas privadas ingresaron 6.450 millones, un 18% más que al inicio de la crisis en 2008
“Determinados sectores vinculados a la banca y a los fondos de inversión han visto en la sanidad, y en los más de 63.000 millones de dinero público que mueve, un importante nicho de negocio con el que sustituir la especulación inmobiliaria de los tiempos de la burbuja”, afirma el doctor Manuel Martín, presidente de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Los números reflejan que ese nicho es cada vez más lucrativo. Los informes anuales de la consultora DBK indican que en 2014 —los últimos datos disponibles en el momento de elaborar este artículo— las clínicas privadas no benéficas ingresaron 6.450 millones de euros, un 4,3% más que el año anterior y un 18% más que en 2008, “año desde el cual los ingresos no han parado de crecer”, añade la consultora.

Los propios interesados reconocen que atraviesan un buen momento. Un informe de la Fundación IDIS (Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad), que tiene como objetivo confeso “procurar la mayor integración de la sanidad privada en la planificación asistencial de la población”, afirma que el gasto privado en este sector “presenta niveles históricamente altos en el periodo de crisis económica” y apunta una razón: “La desinversión pública. En un contexto de dificultades económicas la Administración Pública opta por una política de transferencia de costes hacia las familias”.
Tiempo de espera
Es decir, que los ciudadanos se paguen lo que la sanidad pública deja de cubrir o cubre mal y tarde. No en vano, España es uno de los pocos países europeos en los que no han disminuido las listas de espera en los últimos años. Según el informe “Panorama de la Salud, 2014”, elaborado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), los españoles deben esperar tres veces más (100 días) que los holandeses (30) para una operación de cataratas, cuatro más para una prótesis de cadera (150 días frente a 40) y cinco veces más para un recambio de prótesis de rodilla (200 frente a 40). Así que la salida, para quien puede permitírselo, son las aseguradoras privadas. Según datos de la asociación ICEA —dedicada a la realización de estudios e investigaciones en el campo del seguro—, en 2014 el número de clientes de seguros privados del ramo de la salud se acercaba a los 8 millones, que se gastaron 7.175 millones de euros, un 3,44% más que el año anterior. Otro dato refleja que no obedece a un capricho: los ciudadanos firman seguros privados en mayor medida allí donde el gobierno autonómico menos gasta en sanidad. Así, si el porcentaje medio de ciudadanos con seguro privado es del 18%, según los últimos datos de IDIS, sube hasta el 29% en Baleares y Cataluña, donde el gasto público per cápita se queda en 1.056 y 1.198 respectivamente, frente a los 1.219 de media en toda España. Y en Madrid, con un gasto público también entre los más bajos, 1.096 euros por persona, la población con seguros privados se dispara hasta el 31%.
Los seguros privados se disparan en las autonomías que más han recortado, como Cataluña y Baleares
La atención a los clientes de seguros supone, más o menos, dos terceras partes del negocio de las clínicas privadas. Otra parte importante del pastel viene directamente de las administraciones públicas (principalmente de las comunidades autónomas, que tienen transferidas las competencias en sanidad) a través de los llamados conciertos, que han aumentado de forma prácticamente continuada en los últimos años, a un ritmo de hasta casi el 10% en algunos ejercicios. Según los cálculos de IDIS, los hospitales privados se llevan por este concepto algo más de 1.400 millones de euros al año.
Saludos.