Queda muchísimo por hacer y la incertidumbre de si se atreverá a ir hasta el hueso, y entrar a fondo hasta en el ruinoso estado de las autonomías, pero los socialistas tienen la impresión de que Mariano Rajoy está dándole la vuelta, como un calcetín a todo lo que hizo y propugnó Zapatero.
Hay excepciones llamativas, como la de RTVE donde siguen campando a sus anchas los socialistas y no se ha tocado un pelo, pero todo se andará.
En cuando se haga público el resultado de las eleccions autonómicas andaluzas, también ahí se hará sentir la alargada sombra del presidente.
Como subrayan Carmen del Riego y Juan Carlos Merino en 'La Vanguardia', aún antes de haber cumplido sus primeros cien días de mandato, el Gobierno Rajoy se ha puesto a la tarea de desmontar, pieza a pieza y casi con urgencia, buena parte de las leyes y políticas más significativas impulsadas durante los casi ocho años de zapaterismo.
La oposición lo llama contrarreforma, pero el Ejecutivo prefiere hablar de racionalizar las medidas en un momento muy determinado.
Y lo hace tanto en materia económica, con la reforma laboral del PP que ha pulverizado las que puso en marcha el PSOE tras el giro de mayo del 2010, como en políticas sociales -la dependencia, el aborto-, fiscales, educativas, la denominada memoria histórica, la política energética y de vivienda o hasta en el contencioso de Gibraltar...
En el PSOE se llevan las manos a la cabeza, impotentes ante las supresiones, frenazos, modificaciones o rectificaciones que están sufriendo algunos de los proyectos de bandera puestos en marcha en los últimos ocho años bajo mandato socialista.
Por el contrario, en el PP argumentan en la mayoría de los casos que se están limitando a cumplir el programa electoral con el que ganaron las elecciones del 20-N, o a tomar sus propias medidas para reequilibrar las cuentas públicas y ajustar el déficit.
Hay excepciones llamativas, como la de RTVE donde siguen campando a sus anchas los socialistas y no se ha tocado un pelo, pero todo se andará.
En cuando se haga público el resultado de las eleccions autonómicas andaluzas, también ahí se hará sentir la alargada sombra del presidente.
Como subrayan Carmen del Riego y Juan Carlos Merino en 'La Vanguardia', aún antes de haber cumplido sus primeros cien días de mandato, el Gobierno Rajoy se ha puesto a la tarea de desmontar, pieza a pieza y casi con urgencia, buena parte de las leyes y políticas más significativas impulsadas durante los casi ocho años de zapaterismo.
La oposición lo llama contrarreforma, pero el Ejecutivo prefiere hablar de racionalizar las medidas en un momento muy determinado.
Y lo hace tanto en materia económica, con la reforma laboral del PP que ha pulverizado las que puso en marcha el PSOE tras el giro de mayo del 2010, como en políticas sociales -la dependencia, el aborto-, fiscales, educativas, la denominada memoria histórica, la política energética y de vivienda o hasta en el contencioso de Gibraltar...
En el PSOE se llevan las manos a la cabeza, impotentes ante las supresiones, frenazos, modificaciones o rectificaciones que están sufriendo algunos de los proyectos de bandera puestos en marcha en los últimos ocho años bajo mandato socialista.
Por el contrario, en el PP argumentan en la mayoría de los casos que se están limitando a cumplir el programa electoral con el que ganaron las elecciones del 20-N, o a tomar sus propias medidas para reequilibrar las cuentas públicas y ajustar el déficit.
¿Qué hizo ZP nada más llega al gobierno?
También hicieron lo mismo con leyes aprobadas antes; y no digamos de la prisa que se dio en retirar las tropas de Irak (porque lo llevaba en su programa electoral).
Tumbaron la ley de calidad de la educación; aprobaron el casamiento para parejas homosexuales, ZP se aseguró su entrada en el consejo de estado...
Todo eso pasa por no consesuar leyes en el congreso entre todos los partidos. Así nos va; ahora yo pongo esta, ahora voy yo la quito y pongo la mía. Eso no es gobernar ni pretender el bien de una nación y sus gentes.
La sanidad, educación, justicia y el bienestar social han de estar consesuados de manera que, gobierne el partido que gobierne, no cambie nunca, a no ser para mejorar.
También hicieron lo mismo con leyes aprobadas antes; y no digamos de la prisa que se dio en retirar las tropas de Irak (porque lo llevaba en su programa electoral).
Tumbaron la ley de calidad de la educación; aprobaron el casamiento para parejas homosexuales, ZP se aseguró su entrada en el consejo de estado...
Todo eso pasa por no consesuar leyes en el congreso entre todos los partidos. Así nos va; ahora yo pongo esta, ahora voy yo la quito y pongo la mía. Eso no es gobernar ni pretender el bien de una nación y sus gentes.
La sanidad, educación, justicia y el bienestar social han de estar consesuados de manera que, gobierne el partido que gobierne, no cambie nunca, a no ser para mejorar.