Son malos tiempos para hacer oposición. El cuerpo les...

Son malos tiempos para hacer oposición. El cuerpo les pide sangre, pero tienen que buscar el equilibrio entre desgastar al gobierno sin que se note demasiado que la salud de los españoles no les importa. Por eso van tentando a ciegas a ver dónde pueden medrar para erosionar. Pablo Casado salió el mismo día que Pedro Sánchez decretó el estado de alarma para criticarlo, pero el primer día de aplausos silenció su diatriba y se escondió una semana, conocedor del tremendo error que cometió al querer usar una tragedia para sacar rédito político. Lo había intentando antes diciendo al gobierno que dejara de escudarse en la ciencia y ahora vuelve para defender lo único que sabe, a sus amos de la patronal. Le costará caro, aunque aún no se haya dado cuenta. La derecha española convertida en los heraldos negros de César Vallejo que nos mandan la muerte. Que buscan aprovecharla abriendo zanjas oscuras con el rostro más fiero y despreciando a su pueblo.

No hay mayor pesadilla para la derecha que tener que afrontar una crisis en la oposición y querer sacar rédito político teniendo que gestionar ellos mismos sus competencias en la zona cero de la epidemia. Una crisis sanitaria dejando al desnudo sus recortes en la sanidad pública madrileña y mostrando el desastre de las privatizaciones y externalizaciones de las residencias de ancianos. Es precisamente por eso que Isabel Díaz Ayuso ha dejado toda la gestión en manos de su publicista. No sabe gestionarlo, no puede hacerlo sin dejar al desnudo que su política ha sido una de las causas fundamentales del desastre, así que solo le queda fingir que hace algo y a su vez culpar al gobierno de sus desmanes e ineptitudes. Todavía está buscando esos dos aviones con material sanitario que publicitó en Twitter. Porque una cosa es hacer propaganda, y otra que los recursos lleguen a la Sanidad. Por eso se preocuparon en vender una construcción efectista de un hospital de campaña en IFEMA que el Colegio Oficial de Médicos de Madrid ha denunciado que ocasionará unas nefastas consecuencias en el sistema sanitario de Madrid al desnudar la atención primaria: "Dadas las consecuencias nefastas que estas decisiones organizativas pueden tener en la salud de la población pedimos reconsiderar sus opciones y no limitarse a un único modelo de respuesta frente a la pandemia basado fundamentalmente en el hospital de campaña". Como si a Ayuso le importara la atención sanitaria de la que no puede sacar rendimiento publicitario. Estos médicos qué cosas tienen.

'Cuanta más muerte, cuanta más duradera la crisis, mejor para sus intereses'
No lo reconocerán porque no lo pueden reconocer, pero sus actos les acompañan. Igual que jamás lo harán con el terrorismo cuando lo usan porque lo necesitan vivo para su relato. Pero políticamente necesitan que esta crisis dure mucho, que mueran cuantos más posibles y que salgamos de la curva epidémica lo más tarde, cansados y derrotados para que logren desgastar al gobierno y tumbarlo. Por eso persiguen a cualquiera que aporte esperanza, medidas positivas, que busque animar a una población con miedo que solo quiere abrazar a sus seres queridos. Necesitan morgues llenas y transmitir pesadumbre. Necesitan terror y pesimismo. No quieren verdad si no les sirve. Para la derecha española las tragedias no son más que un medio para su fin superior, lograr el poder es lo único relevante. No le importa lo que puede ser mejor para terminar con esta pesadilla, solo si les puede generar un beneficio. No apoyan un decreto porque consideren que puede ayudar, sino por lo que les puede perjudicar a ellos no hacerlo. Por eso no dudan en boicotear lo que antes proponían si sirve para desgastar, aun a costa de vidas humanas. No es un artificio retórico, el 23 de marzo VOX propuso la creación de una app telefónica para monitorizar los contagios, en cuanto el Gobierno lo ha publicado en el BOE su portavoz en el Congreso ha pedido el boicot para no poder hacer seguimiento a los contagiados por el COVID19 y contener su propagación. Ese es su cálculo, cuanta más muerte, cuanta más duradera la crisis, mejor para sus intereses.
La izquierda tiene que dejar de exigir lealtad a la derecha. Sigue sin aprender. Que dejen las buenas palabras y muerdan con fuerza el cuchillo. Que dejen de buscar lo que jamás encontrarán en una derecha cainita. No van a dar tregua ni con sus ciudadanos muriendo ahogados. Es tiempo de actuar, salir de la crisis lo más fuerte posible e ignorar a los heraldos negros que buscan cambiar muertes por escaños.

ARTICULO DE ANTONIO MAESTRE