Lo lamentable de este asunto es que los empresarios españoles que durante años han invertido sus ahorros en empresas del juego (salas, casinos) han estado intentando en vano que se cambiase la ley del tabaco y se rebajasen los impuestos del juego (que no son iguales en todas las Comunidades Autónomas). Pues bien a esos empresarios españoles (tal vez por ser españoles) ni dios les ha hecho caso, pero viene una organización mafiosa de fuera y nuestros políticos tienen verdaderas eyaculaciones cerebrales ... (ver texto completo)