Podemos reclama a Sánchez el control de la Seguridad...

Podemos reclama a Sánchez el control de la Seguridad Social.

Iglesias quiere dirigir el Ministerio de Trabajo, aunque se conformaría «solo» con las pensiones.

Susana Alcelay.

Madrid.

Actualizado:

24/05/2019 08:47h.

La celeridad con la que el Gobierno y Podemos se han puesto de acuerdo para repartirse la Mesa del Congreso parece haber dejado claro a la formación morada que tomará las riendas de uno o varios ministerios en el próximo Gobierno de Pedro Sánchez.

Pablo Iglesias tiene sus preferencias y en un lugar destacado está el Ministerio de Trabajo, un departamento que controla casi la mitad del Presupuesto. Solo las pensiones se llevan el 75% del gasto social del Estado y si se tienen en cuenta las prestaciones por desempleo el porcentaje asciende al 80%. Es, por tanto, un ministerio amable, al que sacar rédito electoral con posibles «guiños» a más de 9 millones de pensionistas.

Fuentes consultadas por ABC aseguran que Pablo Iglesias habría pedido ya a Sánchez el control del ministerio que ahora dirige Magdalena Valerio. Esta sería la primera opción, pero si no prosperara Podemos ya ha puesto sobre la mesa la opción de gestionar solo la secretaría de Estado de la Seguridad Social, la encargada de dirigir la caja única, más de nueve millones de pensiones y un presupuesto superior a 154.000 millones de euros con los que esta formación podría exhibir su músculo más social.

Las fuentes consultadas explican que el jefe del Ejecutivo en funciones no está cerrado a la posibilidad de dar entrada en el Gobierno a Podemos, aunque Sánchez sí tendría sus líneas rojas, ministerios intocables como Economía, Hacienda, Interior, Justicia y Exteriores. Entre los departamento «cedidos» estarían Trabajo, Cultura, Igualdad, Administraciones Públicas, Fomento, Educación, Ciencia y Agricultura. El candidato, eso sí, debería ser consensuado.

Hasta ahora el PSOE se ha venido negando a otra fórmula que no fuera un gobierno monocolor, pese a las insistencias de Iglesias. La euforia electoral parece que ha hecho cambiar de opinión a Sánchez, que podría así pasar a la historia como el primer presidente socialista que conforma un gobierno con otros partidos.

¿Qué medidas aplicaría Pablo Iglesias para las pensiones? El partido que dirige pretende actualizar por ley las jubilaciones; ligar las nóminas al IPC de manera inmediata con garantía constitucional. Defiende también incrementar las pensiones mínimas y las no contributivas. Sostiene que con establecer una garantía universal de ingresos suficientes de, al menos, 600 euros por persona, se elevarían de un plumazo estas pensiones mínimas y no contributivas, además de algunas pensiones de jubilación, viudedad, por incapacidad.

Retiro a los 65 años
Aboga por volver a situar en 65 años la edad legal de jubilación y que las personas que lleguen a la edad de retiro elijan libremente los años de cómputo para el cálculo de sus pensiones entre todos los de su vida laboral. Sostienen que tanto la limitación de que sean los últimos años como la de que sean consecutivos estaban pensadas para un modelo laboral anterior y, ahora mismo, perjudican especialmente a las personas cercanas a la edad de jubilación con dificultades para tener buenos empleos.

Más impuestos.

Podemos quiere eliminar los topes de cotización para que quienes tengan salarios muy altos coticen más a la Seguridad Social, así como los beneficios fiscales por las inversiones en planes de pensiones privados. Y para las personas que hayan cotizado al menos 35 años aboga porque puedan jubilarse anticipadamente sin penalización en sus pensiones. Con el actual sistema, «muchas personas que ya han cotizado más de 35 años, pero que, sin embargo, no encuentran un empleo digno en los últimos años, no pueden acceder a la jubilación, porque sufrirían una penalización muy alta por cada año que adelantaran la fecha», dicen.

Derogar por completo la reforma laboral de 2012 es el principal objetivo, pero la formación morada defiende un programa electoral con cambios sustanciales en el mercado de trabajo. El principal afecta a la jornada de trabajo, que el partido propone fijar en 34 horas semanales (frente al máximo actual de 40). Ese baremo, extensible al sector público y al privado, sería el más reducido de toda la Unión Europea, cuyo mínimo legal está en las 35 horas de Francia. El partido argumenta que la medida permite mejorar la conciliación de la vida laboral y personal. También propone restringir las horas extraordinarias y la contratación temporal; prohibir por ley los contratos de menos de un mes y establecer el salario mínimo en 1.200 euros mensuales frente a los 900 euros actuales.