EDITORIAL.
Opinión.
La atmósfera de derrota se apodera del PSOE.
Actualizado Miércoles, 12 julio 2023.
Sorprende la desconexión con la realidad que se percibe en La Moncloa, encastillada en defender una estrategia fallida.
La visible victoria de Alberto Núñez Feijóo en su cara a cara con Pedro Sánchez ha sumido al PSOE en una atmósfera de derrota que distancia más al partido del equipo de La Moncloa. El debate ha cortado la idea de remontada alimentada en los últimos días por los asesores del presidente. Según ese relato, la gira mediática emprendida por Sánchez estaba funcionando, frente a un dirigente popular inconsistente y agarrotado por su errática política de pactos autonómicos con Vox.
El encuentro del lunes, sin embargo, fue la exposición televisada de los peores defectos del presidente. En su partido se extiende ahora un claro malestar con la forma en que lo afrontó. Como explicamos hoy en nuestras páginas, fuentes socialistas de peso consideran que «las interpretaciones son unánimes» y que «no se puede disfrazar lo que todo el mundo vio». Opinan que Feijóo ganará con mayor holgura que la que contemplan en La Moncloa y subrayan que el problema de la ciudadanía con el PSOE se concentra en la figura de Sánchez. Es evidente que el presidente no estuvo a la altura ni siquiera en el bloque económico, del cual hace bandera. Tampoco supo responder con solidez al envite más esperable de Feijóo: su propuesta de abstención para que el partido ganador gobierne sin depender de los extremos.
Sorprende la desconexión con la realidad que se percibe en el equipo más cercano al presidente, encastillado en defender la continuidad de una estrategia que se ha demostrado fallida y que es nociva para el conjunto de España: polarización, asimilación de Feijóo con la extrema derecha y el trumpismo, y sobreexposición de Sánchez. Varios ministros salieron ayer a defender al presidente con argumentos como los que empleó Félix Bolaños, quien acusó al dirigente popular de verter «un sinfín de mentiras» y aseguró que, desde la celebración del debate, Feijóo «es uno más de la ultraderecha».
El sondeo flash de Sigma Dos para EL MUNDO señaló ayer que, entre quienes votaron al PSOE en las pasadas elecciones generales, un 22,3% vio ganador a Feijóo. También es revelador que el líder de la oposición lograra convencer al 93,3% de los votantes del PP e incluso al 94,8% de los votantes de Vox. Parece claro que, en su choque dialéctico con Sánchez, Feijóo logró acumular un notable caudal de emoción en el electorado centrista y conservador. Su propósito pasa por emplear ahora ese caudal para apelar al voto útil al PP, con el objetivo último de lograr una mayoría suficiente que le permita formar un Gobierno estable sin depender de Vox. El partido radical ha decidido poner el foco en el acuerdo PP-PSOE que Feijóo ofreció a Sánchez para presentarse como la única opción útil frente al «sanchismo», mientras se disputa con Sumar la tercera plaza en el Congreso de los Diputados.
Opinión.
La atmósfera de derrota se apodera del PSOE.
Actualizado Miércoles, 12 julio 2023.
Sorprende la desconexión con la realidad que se percibe en La Moncloa, encastillada en defender una estrategia fallida.
La visible victoria de Alberto Núñez Feijóo en su cara a cara con Pedro Sánchez ha sumido al PSOE en una atmósfera de derrota que distancia más al partido del equipo de La Moncloa. El debate ha cortado la idea de remontada alimentada en los últimos días por los asesores del presidente. Según ese relato, la gira mediática emprendida por Sánchez estaba funcionando, frente a un dirigente popular inconsistente y agarrotado por su errática política de pactos autonómicos con Vox.
El encuentro del lunes, sin embargo, fue la exposición televisada de los peores defectos del presidente. En su partido se extiende ahora un claro malestar con la forma en que lo afrontó. Como explicamos hoy en nuestras páginas, fuentes socialistas de peso consideran que «las interpretaciones son unánimes» y que «no se puede disfrazar lo que todo el mundo vio». Opinan que Feijóo ganará con mayor holgura que la que contemplan en La Moncloa y subrayan que el problema de la ciudadanía con el PSOE se concentra en la figura de Sánchez. Es evidente que el presidente no estuvo a la altura ni siquiera en el bloque económico, del cual hace bandera. Tampoco supo responder con solidez al envite más esperable de Feijóo: su propuesta de abstención para que el partido ganador gobierne sin depender de los extremos.
Sorprende la desconexión con la realidad que se percibe en el equipo más cercano al presidente, encastillado en defender la continuidad de una estrategia que se ha demostrado fallida y que es nociva para el conjunto de España: polarización, asimilación de Feijóo con la extrema derecha y el trumpismo, y sobreexposición de Sánchez. Varios ministros salieron ayer a defender al presidente con argumentos como los que empleó Félix Bolaños, quien acusó al dirigente popular de verter «un sinfín de mentiras» y aseguró que, desde la celebración del debate, Feijóo «es uno más de la ultraderecha».
El sondeo flash de Sigma Dos para EL MUNDO señaló ayer que, entre quienes votaron al PSOE en las pasadas elecciones generales, un 22,3% vio ganador a Feijóo. También es revelador que el líder de la oposición lograra convencer al 93,3% de los votantes del PP e incluso al 94,8% de los votantes de Vox. Parece claro que, en su choque dialéctico con Sánchez, Feijóo logró acumular un notable caudal de emoción en el electorado centrista y conservador. Su propósito pasa por emplear ahora ese caudal para apelar al voto útil al PP, con el objetivo último de lograr una mayoría suficiente que le permita formar un Gobierno estable sin depender de Vox. El partido radical ha decidido poner el foco en el acuerdo PP-PSOE que Feijóo ofreció a Sánchez para presentarse como la única opción útil frente al «sanchismo», mientras se disputa con Sumar la tercera plaza en el Congreso de los Diputados.