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El Plural
Inicio Política
El presidente de Vox, Santiago Abascal. EP
POLÍTICA
Incredulidad en el entorno de Vox por que Abascal siga de vacaciones pese a la debacle del partido
Le afean que no haya cancelado su estancia en Sotogrande a pesar de la crisis que sacude el partido
RELACIONADO
Vidal Quadras, fundador de Vox, a la dirección del partido: “Mucho cuidado, así empezó Ciudadanos"
SERGIO RAMIRO
12/08/2023 - 09:23
Actualizado: 12/08/2023 - 10:08
Continúan creciendo las reticencias alrededor de la figura del presidente de Vox, Santiago Abascal. El mal resultado de Vox en las elecciones generales del 23 de julio, donde perdieron 19 escaños con respecto a los anteriores comicios, fue el primer golpe que encajaron en Bambú. Le siguió la abrupta salida del portavoz parlamentario de la extrema derecha, Iván Espinosa de los Monteros, y el remate defintivo han sido las entrevistas que han concedido antiguos dirigentes del partido, tales como Alejo Vidal Quadras o Juan Jara, donde Abascal no ha salido precisamente bien parado. En concreto, Jara le reprochó "ser un vago al que no le gustaba trabajar" y reconoció "haber tenido miedo por su integridad física al rebatirle".
Precisamente en esa línea de la vagancia del dirigente ultraderechista se han pronunciado recientemente diferentes miembros del entorno mediático y político de Vox, que han suscrito esas palabras y, además, han expresado su incredulidad ante el hecho de que el presidente de la formación no haya interrumpido sus vacaciones para ocuparse presencialmente de lo que está ocurriendo en el seno del partido.
Por ejemplo, desde el medio Hispanidad, de línea ultraderechista y católica, su director, Eulogio López, llama "vago redomado" a Abascal: "Tras la derrota, ni siquiera se pronunció un reconocimiento de errores propios. Pues mire, señor Abascal, yo le voy a proponer uno: es usted un vago redomado. Por el Congreso pasa poco, se dedica usted a cazar y a visitar ganaderías de reses bravas y cuando acude a un debate no sabe rematar porque ha olvidado hasta su ideario", le espeta.
"Lo dicho: un vago redomado que, encima, se comporta como un déspota en el partido. Santiago Abascal es un hombre mucho más noble que Pedro Sánchez, Núñez Feijóo o Yolanda Díaz. Pero los nobles también pueden considerarse imprescindibles y en política nadie lo es. Porque encima de perezoso de puertas afuera, se ha convertido en déspota de puertas adentro", relata López en su artículo.
Otro de los comunicadores que más fuerte han atizado al dirigente de extrema derecha en los últimos meses es el director de esRadio, Federico Jiménez Losantos. Tras diferentes desacuerdos y debates con el político en los meses previos a la intervención que nos ocupa, Losantos arrancó con fuerza el año, llamando vago a su manera al dirigente de Vox: "Acabo de escuchar ahora que ayer Abascal retuitea, porque no se toma la molestia de escribir sus propios tweets, está pensando o algo. Él siempre critica al PP por hacer oposición a Sánchez. Será porque tú no haces nada. Si trabajaras la mitad que Ayuso, el monopolio lo tendrías tú. Y, desde luego, metería la pata menos que este mendrugo".
ElPlural. com también ha sido testigo de las fervientes críticas a la pereza del dirigente de origen vasco. Juan Jara, exvicepresidente de Vox, se pronunciaba así en una entrevista:
"Ha dimitido una de las personas más relevantes en el partido, posiblemente, de las que yo conozco, la persona más competente desde el punto de vista intelectual. Iván Espinosa de los Monteros es además portavoz del grupo parlamentario de Vox en el Congreso de los Diputados. Me parece inconcebible que Abascal no se haya ocupado de la crisis interna de una forma más directa. Todo por WhatsApp o por teléfono. Cuando tienes un gobierno que conformar en pocas semanas, cuando tu mano derecha, el número tres por Madrid, si no recuerdo mal, coge y se va, cuando además, este señor, es tu alter ego en toda la aventura, desde que defenestran manu militari a Alejo Vidal Cuadras… Pues esto es una situación que no se puede resolver desde la hamaca, sinceramente".
"A Abascal no le gusta trabajar, le gusta vivir bien, le gusta el mar, los barcos, la playa, el comer, el entrar y salir. Tiene un grave problema de pereza. No le gusta trabajar. Le gusta vivir bien, pero no le gusta trabajar. Y este país necesita gente que trabaje por España. Necesitamos gente que se deje el alma, que se deje la vida. Esto no es un trabajo a tiempo parcial", expresaba en referencia al poco gusto por el esfuerzo del dirigente de extrema derecha.
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Continúan creciendo las reticencias alrededor de la figura del presidente de Vox, Santiago Abascal. El mal resultado de Vox en las elecciones generales del 23 de julio, donde perdieron 19 escaños con respecto a los anteriores comicios, fue el primer golpe que encajaron en Bambú. Le siguió la abrupta salida del portavoz parlamentario de la extrema derecha, Iván Espinosa de los Monteros, y el remate defintivo han sido las entrevistas que han concedido antiguos dirigentes del partido, tales como Alejo Vidal Quadras o Juan Jara, donde Abascal no ha salido precisamente bien parado. En concreto, Jara le reprochó "ser un vago al que no le gustaba trabajar" y reconoció "haber tenido miedo por su integridad física al rebatirle".
Precisamente en esa línea de la vagancia del dirigente ultraderechista se han pronunciado recientemente diferentes miembros del entorno mediático y político de Vox, que han suscrito esas palabras y, además, han expresado su incredulidad ante el hecho de que el presidente de la formación no haya interrumpido sus vacaciones para ocuparse presencialmente de lo que está ocurriendo en el seno del partido.
Por ejemplo, desde el medio Hispanidad, de línea ultraderechista y católica, su director, Eulogio López, llama "vago redomado" a Abascal: "Tras la derrota, ni siquiera se pronunció un reconocimiento de errores propios. Pues mire, señor Abascal, yo le voy a proponer uno: es usted un vago redomado. Por el Congreso pasa poco, se dedica usted a cazar y a visitar ganaderías de reses bravas y cuando acude a un debate no sabe rematar porque ha olvidado hasta su ideario", le espeta.
"Lo dicho: un vago redomado que, encima, se comporta como un déspota en el partido. Santiago Abascal es un hombre mucho más noble que Pedro Sánchez, Núñez Feijóo o Yolanda Díaz. Pero los nobles también pueden considerarse imprescindibles y en política nadie lo es. Porque encima de perezoso de puertas afuera, se ha convertido en déspota de puertas adentro", relata López en su artículo.
Otro de los comunicadores que más fuerte han atizado al dirigente de extrema derecha en los últimos meses es el director de esRadio, Federico Jiménez Losantos. Tras diferentes desacuerdos y debates con el político en los meses previos a la intervención que nos ocupa, Losantos arrancó con fuerza el año, llamando vago a su manera al dirigente de Vox: "Acabo de escuchar ahora que ayer Abascal retuitea, porque no se toma la molestia de escribir sus propios tweets, está pensando o algo. Él siempre critica al PP por hacer oposición a Sánchez. Será porque tú no haces nada. Si trabajaras la mitad que Ayuso, el monopolio lo tendrías tú. Y, desde luego, metería la pata menos que este mendrugo".
ElPlural. com también ha sido testigo de las fervientes críticas a la pereza del dirigente de origen vasco. Juan Jara, exvicepresidente de Vox, se pronunciaba así en una entrevista:
"Ha dimitido una de las personas más relevantes en el partido, posiblemente, de las que yo conozco, la persona más competente desde el punto de vista intelectual. Iván Espinosa de los Monteros es además portavoz del grupo parlamentario de Vox en el Congreso de los Diputados. Me parece inconcebible que Abascal no se haya ocupado de la crisis interna de una forma más directa. Todo por WhatsApp o por teléfono. Cuando tienes un gobierno que conformar en pocas semanas, cuando tu mano derecha, el número tres por Madrid, si no recuerdo mal, coge y se va, cuando además, este señor, es tu alter ego en toda la aventura, desde que defenestran manu militari a Alejo Vidal Cuadras… Pues esto es una situación que no se puede resolver desde la hamaca, sinceramente".
"A Abascal no le gusta trabajar, le gusta vivir bien, le gusta el mar, los barcos, la playa, el comer, el entrar y salir. Tiene un grave problema de pereza. No le gusta trabajar. Le gusta vivir bien, pero no le gusta trabajar. Y este país necesita gente que trabaje por España. Necesitamos gente que se deje el alma, que se deje la vida. Esto no es un trabajo a tiempo parcial", expresaba en referencia al poco gusto por el esfuerzo del dirigente de extrema derecha.