NACHO CELAYA ALVAREZ
Hoy, estoy triste y preocupado y por eso quería hablar, en vez de escribir, desde mi rincón...
Porque no me perdonaría no dar la cara en este momento político de mi país, porque me parece que transitamos los territorios sagrados de la dignidad.
Es falso que las ideologías o la política separen a las personas.
... Lo que las separa, hasta extremos irreconciliables, es la ética.
Estoy harto de insultos, mentiras, descalificaciones, simplificaciones e hipérboles... a la hora de analizar este tiempo y yo, no me considero un criminal, ni mala persona y sólo me interesa la hondura y el poder expresarme con libertad.
El viernes, jaurías de "españoles de bien", proferían gritos de ¡viva Franco!, delante de la sede del PSOE... Son los mismos que no sé conmueven por el genocidio de Israel, o por las muertes de los migrantes... Vociferaban, alentados por una derecha nostálgica de esa España una, grande y sóla, con la que yo no quiero caminar ni un día de mi futuro.
Ya sé que nos esperan días de acoso y derribo, como han hecho toda la vida, cuando ven peligrar el fuego sagrado del poder, que siempre han creído que les pertenecía. Me dan miedo... Y el pueblo, me da miedo.
Y, entiendo que los tiempos son muy complejos, durísimos... Ruido, odios, mentiras, poco tiempo para la pedagogía, tergiversación de la historia, olvido de sus desmanes e indultos... Y sé que lo más sencillo para un funcionario, jubilado, creyente y feliz, que lo tiene todo... Sería no darme a entender y callar.
Pensaba esta mañana ¿Qué sociedad insulta hasta vejar a los que trabajan por la justicia... Y convierte en héroes a los que odian, niegan la diversidad, se creen una raza superior y blanquean el fascismo? ¿Quién nos cuenta la historia? ????
Jamás me pondré de perfil. Y la política es el arte de lo posible y ya hubo elecciones y claro que la vida exige tomar decisiones complejas... jamás desde el sillón o el ombligo... Siempre desde el barro difícil de la realidad
No he militado nunca en ningún partido... Pero viví con Franco, peleé por la democracia y hoy asisto perplejo a esta ceremonia de la confusión que nos quiere sacar de quicio m
Pero soy un animal político y sé lo que nos jugamos y quiénes son mis preferidos... Y quiero bajar al barro y no me voy a dejar vencer por el miedo y voy a seguir diciendo y argumentando, siempre, lo que pienso, con la máxima honestidad.
No te ocultaré que está siendo duro perder amistades, cuando las miradas políticas son tan diferentes... Porque ellos han conseguido enfrentar este querido país. Sí, ellos... Los que acusan a Pedro Sánchez de romper España.
También sé que los bares, las tertulias de las teles, los tiempos y el pueblo... Caminan en otra dirección... Pero cada cual tiene que luchar, por los demás, desde sus convicciones, desde la hondura y la vehemencia y no voy a reblar.
Lo primero que quiero dejar claro es que estoy muy lejos de justificar a un prófugo, desleal, cobarde y traidor, como Carles Puigdemont... No tengas ninguna duda. Pero eso representa una milésima parte de la complejidad de nuestro querida España.
En realidad, el dilema al que se enfrenta este país es grave y claro: se trata de conformar un gobierno y solo existen dos opciones, las dos igual de legitimas... o lograr pactar para conformar un gobierno progresista, o aceptar un gobierno PP/VOX que salga de las próximas elecciones, fruto de un ambiente irrespirable.
Y, a partir de ahí y situados en el escenario político de nuestro país... Confieso que a mí, para nada me da miedo la amnistía... Me dan miedo los poderosos que odian y aniquilan los sueños de igualdad, de respeto y de dignidad para todas las personas y pueblos de la tierra.
Me da miedo el fascismo, que cree que el gobierno de Franco ha sido el mejor de la historia... Un fascismo que transmite muerte, odio y una patria en blanco y negro y trasnochada, que no me representa.
Me da miedo Aznar que dice, como siempre, que España se rompe, abrazado a esos mitos mentirosos de dios, patria, guerras y banderas bien grandes... Que dividen y fracturan la sociedad.
Yo ya sé que el debate de la amnistía es un dilema ético de calado... Cómo lo es el tema del blanqueo del fascismo, o el papel de los medios de comunicación, o la política de inmigración, o el sentido de la monarquía en el siglo XXI, o el estado genocida de Israel o las guerras que mantenemos los poderosos...
Es un dilema ético complejo... como la negación del cambio climático, o el derecho a una muerte digna, la memoria histórica o nuestra Guerra civil, provocada por un levantamiento militar.
Pero no me puedo creer que tanta parte de la sociedad, incluidos gentes buenas de izquierdas, hayan comprado el relato de que la amnistía, para conseguir un gobierno de izquierdas... Es el mayor pecado de la historia de la democracia y estén dispuestos a que gobierne el PP y VOX, por encima de sus convicciones y sueños de justicia y solidaridad.
No entiendo que la amnistía sea más importante que saber con certeza, que si hubiera -otra vez- un gobierno de izquierdas...
... Seriamos capaces de condenar, como país, el genocidio del pueblo palestino que aplauden el P. P. y VOX
... O que podríamos impedir que entraran fascistas a gobernar España
... O tener la seguridad y el derecho a un salario mínimo digno.
... O la conciencia de que no dejaremos que en las cunetas sigan despojados de su dignidad, miles de personas que lucharon por la libertad, sin memoria, justicia y reparación.
La amnistía... Me preguntas, frente a poder reeditar construir
... Un gobierno que alentara los cuidados y la esperanza, acallando a un Aznar que mintió con las armas de destrucción masiva y ahora quiere dar lecciones de ética.
... O hacer posible que no gobierne un PP, todavía inmerso en decenas de procesos de corrupción, que conculca derechos y no cree en lo público.
Porque solo si hubiera gobierno de izquierdas...
... Quizás podríamos seguir pensando que más allá de las personas concretas y desde el absoluto respeto a los tiempos, que la monarquía no tiene sentido en el siglo XXI.
... Y, se aseguraría por ley el derecho a pensiones dignas y a un ingreso mínimo vital
... Un ejecutivo que nos permitiera seguir disfrutando del prestigio en Europa, con indicadores económicos brutales.
... O de leyes de igualdad, que nos sitúan a la cabeza de esta imprescindible apuesta.
... Quiero soñar y hacer posible, que volvemos a tener un gobierno que no se dejara acogotar por una Iglesia lastrada por los casos de pederastia y por un dios, pequeño, que se cuela en los sueños de los poderosos.
No puedo entender que una amnistía, que permite conformar un gobierno progresista, a la que se le ha buscado un encaje en la Constitución y va a permitir un nuevo tiempo para la convivencia entre territorios... Sea en este momento el tema más grave de este país. Es que no me cabe en la cabeza.
¿Grave que se olviden aquellos días tan difíciles? Me dices.... ¿Más que la pobreza y la exclusión o que la falta de posibilidades de emancipación de nuestros jóvenes?...
Después de Trump, Bolsonaro, Putin, Miley... Y ahora VOX en gobiernos municipales y autonómicos... ¿De verdad la amnistía da miedo y rompe un país? Reconozco, que a ratos me quedo sin fuerzas y ya no me da para más.
Desde luego... Esta sociedad, esta patria que nos venden y estas derechas nostálgicas de la unidad, en blanco y negro, no son las mías.
Seguiremos dejándonos la piel.????????
Hoy, estoy triste y preocupado y por eso quería hablar, en vez de escribir, desde mi rincón...
Porque no me perdonaría no dar la cara en este momento político de mi país, porque me parece que transitamos los territorios sagrados de la dignidad.
Es falso que las ideologías o la política separen a las personas.
... Lo que las separa, hasta extremos irreconciliables, es la ética.
Estoy harto de insultos, mentiras, descalificaciones, simplificaciones e hipérboles... a la hora de analizar este tiempo y yo, no me considero un criminal, ni mala persona y sólo me interesa la hondura y el poder expresarme con libertad.
El viernes, jaurías de "españoles de bien", proferían gritos de ¡viva Franco!, delante de la sede del PSOE... Son los mismos que no sé conmueven por el genocidio de Israel, o por las muertes de los migrantes... Vociferaban, alentados por una derecha nostálgica de esa España una, grande y sóla, con la que yo no quiero caminar ni un día de mi futuro.
Ya sé que nos esperan días de acoso y derribo, como han hecho toda la vida, cuando ven peligrar el fuego sagrado del poder, que siempre han creído que les pertenecía. Me dan miedo... Y el pueblo, me da miedo.
Y, entiendo que los tiempos son muy complejos, durísimos... Ruido, odios, mentiras, poco tiempo para la pedagogía, tergiversación de la historia, olvido de sus desmanes e indultos... Y sé que lo más sencillo para un funcionario, jubilado, creyente y feliz, que lo tiene todo... Sería no darme a entender y callar.
Pensaba esta mañana ¿Qué sociedad insulta hasta vejar a los que trabajan por la justicia... Y convierte en héroes a los que odian, niegan la diversidad, se creen una raza superior y blanquean el fascismo? ¿Quién nos cuenta la historia? ????
Jamás me pondré de perfil. Y la política es el arte de lo posible y ya hubo elecciones y claro que la vida exige tomar decisiones complejas... jamás desde el sillón o el ombligo... Siempre desde el barro difícil de la realidad
No he militado nunca en ningún partido... Pero viví con Franco, peleé por la democracia y hoy asisto perplejo a esta ceremonia de la confusión que nos quiere sacar de quicio m
Pero soy un animal político y sé lo que nos jugamos y quiénes son mis preferidos... Y quiero bajar al barro y no me voy a dejar vencer por el miedo y voy a seguir diciendo y argumentando, siempre, lo que pienso, con la máxima honestidad.
No te ocultaré que está siendo duro perder amistades, cuando las miradas políticas son tan diferentes... Porque ellos han conseguido enfrentar este querido país. Sí, ellos... Los que acusan a Pedro Sánchez de romper España.
También sé que los bares, las tertulias de las teles, los tiempos y el pueblo... Caminan en otra dirección... Pero cada cual tiene que luchar, por los demás, desde sus convicciones, desde la hondura y la vehemencia y no voy a reblar.
Lo primero que quiero dejar claro es que estoy muy lejos de justificar a un prófugo, desleal, cobarde y traidor, como Carles Puigdemont... No tengas ninguna duda. Pero eso representa una milésima parte de la complejidad de nuestro querida España.
En realidad, el dilema al que se enfrenta este país es grave y claro: se trata de conformar un gobierno y solo existen dos opciones, las dos igual de legitimas... o lograr pactar para conformar un gobierno progresista, o aceptar un gobierno PP/VOX que salga de las próximas elecciones, fruto de un ambiente irrespirable.
Y, a partir de ahí y situados en el escenario político de nuestro país... Confieso que a mí, para nada me da miedo la amnistía... Me dan miedo los poderosos que odian y aniquilan los sueños de igualdad, de respeto y de dignidad para todas las personas y pueblos de la tierra.
Me da miedo el fascismo, que cree que el gobierno de Franco ha sido el mejor de la historia... Un fascismo que transmite muerte, odio y una patria en blanco y negro y trasnochada, que no me representa.
Me da miedo Aznar que dice, como siempre, que España se rompe, abrazado a esos mitos mentirosos de dios, patria, guerras y banderas bien grandes... Que dividen y fracturan la sociedad.
Yo ya sé que el debate de la amnistía es un dilema ético de calado... Cómo lo es el tema del blanqueo del fascismo, o el papel de los medios de comunicación, o la política de inmigración, o el sentido de la monarquía en el siglo XXI, o el estado genocida de Israel o las guerras que mantenemos los poderosos...
Es un dilema ético complejo... como la negación del cambio climático, o el derecho a una muerte digna, la memoria histórica o nuestra Guerra civil, provocada por un levantamiento militar.
Pero no me puedo creer que tanta parte de la sociedad, incluidos gentes buenas de izquierdas, hayan comprado el relato de que la amnistía, para conseguir un gobierno de izquierdas... Es el mayor pecado de la historia de la democracia y estén dispuestos a que gobierne el PP y VOX, por encima de sus convicciones y sueños de justicia y solidaridad.
No entiendo que la amnistía sea más importante que saber con certeza, que si hubiera -otra vez- un gobierno de izquierdas...
... Seriamos capaces de condenar, como país, el genocidio del pueblo palestino que aplauden el P. P. y VOX
... O que podríamos impedir que entraran fascistas a gobernar España
... O tener la seguridad y el derecho a un salario mínimo digno.
... O la conciencia de que no dejaremos que en las cunetas sigan despojados de su dignidad, miles de personas que lucharon por la libertad, sin memoria, justicia y reparación.
La amnistía... Me preguntas, frente a poder reeditar construir
... Un gobierno que alentara los cuidados y la esperanza, acallando a un Aznar que mintió con las armas de destrucción masiva y ahora quiere dar lecciones de ética.
... O hacer posible que no gobierne un PP, todavía inmerso en decenas de procesos de corrupción, que conculca derechos y no cree en lo público.
Porque solo si hubiera gobierno de izquierdas...
... Quizás podríamos seguir pensando que más allá de las personas concretas y desde el absoluto respeto a los tiempos, que la monarquía no tiene sentido en el siglo XXI.
... Y, se aseguraría por ley el derecho a pensiones dignas y a un ingreso mínimo vital
... Un ejecutivo que nos permitiera seguir disfrutando del prestigio en Europa, con indicadores económicos brutales.
... O de leyes de igualdad, que nos sitúan a la cabeza de esta imprescindible apuesta.
... Quiero soñar y hacer posible, que volvemos a tener un gobierno que no se dejara acogotar por una Iglesia lastrada por los casos de pederastia y por un dios, pequeño, que se cuela en los sueños de los poderosos.
No puedo entender que una amnistía, que permite conformar un gobierno progresista, a la que se le ha buscado un encaje en la Constitución y va a permitir un nuevo tiempo para la convivencia entre territorios... Sea en este momento el tema más grave de este país. Es que no me cabe en la cabeza.
¿Grave que se olviden aquellos días tan difíciles? Me dices.... ¿Más que la pobreza y la exclusión o que la falta de posibilidades de emancipación de nuestros jóvenes?...
Después de Trump, Bolsonaro, Putin, Miley... Y ahora VOX en gobiernos municipales y autonómicos... ¿De verdad la amnistía da miedo y rompe un país? Reconozco, que a ratos me quedo sin fuerzas y ya no me da para más.
Desde luego... Esta sociedad, esta patria que nos venden y estas derechas nostálgicas de la unidad, en blanco y negro, no son las mías.
Seguiremos dejándonos la piel.????????