El ruiseñor que pierde sus hijuelos
Cual suele el ruiseñor entre las sombras
de las ahojas del olmo o de la haya
la pérdida llorar de sus hijuelos,
a los cuales sin plumas aleando
el duro labrador tomó del nido;
llora la triste pajarilla entonces
la noche entera sin descanso alguno,
y desde allí, do está puesta en su ramo,
renovando su llanto dolorido,
de sus querellas hincha todo el campo.
JUAN BOSCÁN
En la huerta nasce la rosa:
quiérome ir allá,
por mirar al ruiseñor
cómo cantabá.
Por las riberas del río
limones coge la virgo:
quiérome ir allá,
por mirar al ruiseñor
cómo cantabá.
Limones cogía la virgo
para dar al su amigo:
quiérome ir allá,
para ver al ruiseñor
cómo cantabá.
Para dar al su amigo
en un sombrero de sirgo:
quiérome ir allá,
para ver al ruiseñor
cómo cantabá.
JUAN BOSCÁN ... (ver texto completo)
Cual suele el ruiseñor entre las sombras
de las ahojas del olmo o de la haya
la pérdida llorar de sus hijuelos,
a los cuales sin plumas aleando
el duro labrador tomó del nido;
llora la triste pajarilla entonces
la noche entera sin descanso alguno,
y desde allí, do está puesta en su ramo,
renovando su llanto dolorido,
de sus querellas hincha todo el campo.
JUAN BOSCÁN
En la huerta nasce la rosa:
quiérome ir allá,
por mirar al ruiseñor
cómo cantabá.
Por las riberas del río
limones coge la virgo:
quiérome ir allá,
por mirar al ruiseñor
cómo cantabá.
Limones cogía la virgo
para dar al su amigo:
quiérome ir allá,
para ver al ruiseñor
cómo cantabá.
Para dar al su amigo
en un sombrero de sirgo:
quiérome ir allá,
para ver al ruiseñor
cómo cantabá.
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