Mensajes de Amantes del teatro y la lectura enviados por Carmen García García:

DON LOPE:

- Espero Crespo, que me aceptes
como agradecido huésped
y sepas disculpar la juventud,
tan osada y atrevida, pero
descuida que algo he de idear
para castigar al intrépido capitán.
Quizás, alguna misión difícil,
he de atento estudiar...

DON CRESPO:

-Vos gozáis de mi confianza
y este humilde labriego ha
de sentirse honrado si vos
os acogéis en mi humilde
y solícita casa de leal
servidor de su majestad el rey.
No andemos en remilgos
y descanse vuacé, tomemos
algo para distraer los disgustos
que hoy he sentido en mi.
Si no llegáis vos a tiempo,
y yo tuviera conocimiento de aquellos hechos
tenga usted por cierto que al soldado,
capitán o teniente, yo hubiera ajusticiado.
Estaba en mi campo, y debo proteger mi fama
que es lo único que posee un pobre labriego.

DON LOPE:
-No fuere de su competencia
tomar justicia en sus manos
pues la leyes de milicias
no dan el consentimiento
de hacer lo que uno quisiera.
Son los fueros militares y
se deben de acatar, mi caballero.
Labriego pero eres puro orgullo
y es al rey que corresponde
la justicia de sus hombres aún pendencieros.

DON PEDRO CRESPO
- No soy conforme a vuestras palabras
pero siéntese y tome lo que a bien
tengo ofrecerle y olvidemos el encuentro.

DON LOPE:
-Qué labriego mas testarudo,
pocos he visto, Crespo
con tanto brío e insistencia
pero dejemos el caso,
que de momento es mío.
Esta condenada pierna
me está doliendo a contento
con que vamos a tomar aposento
y dejémonos de finezas.
pues si seguimos porfiando
no llegaremos a ningún puerto.
Cabeza tan dura... Crespo

DON CRESPO:

- Eso mismo pienso yo de usted.
Olvidemos y brindemos.

FIN DEL PRIMER ACTO ... (ver texto completo)
El capitán Don Álvaro se hace el remolón con tal de observar de cerca a la recién conocida Isabel, y la culpable de todo lo que acontece, pero se entiende por una culpabilidad inocente toda vez que ella no ha dado pie a nada, pues el interés despertado por la dama les ha llevado a esos extremos. Cuanto mas la mira, mas le gusta, pero al final no tiene mas remedio que cuadrarse delante de Don Lope de Figueroa cuando los anteriores ya han salido: Rebolledo, la Chispa, el sargento y Juan. Seguidamente vanse las damas a su altillo. El único que no se va es Don Crespo y entonces...

CAPITÁN:
-Don Lope, tus preceptos
soy leyes y yo los respeto.

(Y sale siguiendo a los demás que ya tienen todo el equipaje en la calle esperándolos para que lo trasladen a otro punto del vecindario de Zalamea.) ... (ver texto completo)
Estando todos presentes Don Lope se entera del caso por boca de Rebolledo y les manda ir a otro lugar a hospedarse. Incluso Inés e Isabel se encuentran allí y después de acabar con los primeros, se dirige Lope a ellas.

REBOLLEDO:

- Esto Señor Don Lope
es solo una comedia
porque a Don Álvaro
le rondaba una mosca
tras sus dos orejas.
Quería conocer a Isabel,
la dueña de esta casa.
La curiosidad le tentó
y por casualidad acerté
tan a tiempo yo, a servirle
a su plan una coartada
por el pago de algunas monedas.

En el alto está la dama
y allí quiso subir
mas con un motivo
que no había de decir.
Pero con a militar tan noble
como usted no iba yo
por todo el oro del mundo
a callarme y defraudarle.
Soy sincero si me siento
que pudiera peligrar
mi moral e integridad.
Así pues yo he hecho
una comedia y sin mas
le pido a usted licencia
de salir ileso y poderme retirar
a mis humildes aposentos.

LA CHISPA:

- Ya les decía a estos tunantes
que la cosa no saldría adelante
pero no me hicieron caso
y se ha ido todo al carajo.
Le pido licencia mi general
de marcharme a otro mi lugar.

DON LOPE:
-Con semejantes soldados
está por ver si la contienda
se podrá resolver o no.
De momento salgan todos
de esta casa y pronto,
que yo no los quiero ver
llévense todo y busquen
por su cuenta el acomodo.
Con Don Crespo me quedo yo
si por huésped usted me quiere
y acepta mis disculpas sinceras
como servidor y de este amigo,
Don Lope de Figueroa del tercio.
Querría ser digno de esta honrada casa.

Tengas mis respectivos respetos
aquí estas dos hermosas damas:
Doña Isabel e Inés, que me postro
y me inclino a los vuestros pies. ... (ver texto completo)
REBOLLEDO:
-El trato era mi capitán
una bolsa de monedas
pero creo recordar
que iba sola, y ahora
me van da dar algo más.
No era ese el trato, mi capitán
por muy capitán que seas
voy a contar todo el caso
porque me va mi piel y mi vida
que no he desperdiciar ni una pizca
por tener unos cuartos de más.
No hace el caso capitán que yo
me tenga que quedar de culpable
habiendo otro de más rango.

CAPITÁN:
-Te daré el doble.
Lo que me pidas
pero no me delates.

REBOLLEDO:
-Ni por cuatro talegos
voy a exponer mi piel.
Lo contaré todo y en paz.

LOPE:
- ¿A qué viene tanta intriga,
hablen ya que estoy harto
de esperar el veredicto
y tengo prisa de cumplir
lo que os he dicho:
ese es mi final edicto.
Pero si algo tiene el acusado
en su favor, le ruego que hable. ... (ver texto completo)
La Chispa avisa a Rebolledo y a su capitán que Crespo y su hijo están alertados y que se den prisa no sea que se les chafe el negocio.
LA CHISPA:
-Don Álvaro, Rebolledo, rápido
que esto nos lo hunde Crespo
que se aproxima con su hijo.

CAPITÁN:
-Voto a Dios que te mato,
miserable, muere.

Y entonces Rebolledo empuja fuerte la puerta y se cuela adentro del altillo donde tienen su morada las primas, Isabel e Inés. Salen despavoridas.

Inés:
¿Pero a qué viene tanto ruido?
Uy señor, ¿qué es esto?

Isabel:
- ¿Qué ocurre aquí, Santo Cielo?
Por Dios que se van a matar.
Pare ya la lucha y expliquen.

REBOLLEDO:
-Gracias a Dios, señora,
le debo la vida y la bolsa.
Me he salvado de morir,
pues mi capitán Don Álvaro
es muy fiero contrincante.
Salvado soy, haga de mi
lo que quiera doña Isabel.

Isabel detiene la lucha y entonces se enfrenta a Don Álvaro que sabe fingir como un verdadero tunante. Pedro Crespo está ya cerca con su hijo Juan pero todavía puede intercambiar Álvaro unas palabras con su intrigada villana que atónita le amonesta.

ISABEL:
- ¿Acaso han perdido el juicio?
Cometer una muerte en mi casa.
¡Por Dios, esto es algo horrible! ... (ver texto completo)
Empieza la trama en el primer rellano de la escalera

CAPITÁN:

- Dame el dinero gañan, tramposo
que ya tardas, pues lo he ganado
justo es que me lo des ahora.

REBOLLEDO:

- Me va usted a perdonar
pero no tengo ni un chavo
y si se lo doy Don Álvaro
me quedo este mes a dos velas.

CAPITÁN:

-Haberlo pensado antes de porfiar
pero ahora es menester pagar
las deudas de juego.
Es lo pactado, así que suelta
toda esa gallina que llevas ahí.

REBOLLEDO:

- Prefiero entrar en lides
que soltar toda mi gallina.
Así que usted ya sabe,
si quiere recuperar el dinero
tendrá que quitarme la vida.

CAPITÁN:
-Voto a Dios que te he despellejar
esa dichosa gallina, truán,
mas que truán. ¡Muere!

Ambos se enzarzan en una pelea de espadas y poco a poco profiriendo blasfemias van subiendo la escalera. Cuando están ya muy avanzados en la lucha entra Pedro Crespo con su hijo Juan. ... (ver texto completo)
REBOLLEDO:

- Buenos días les de Dios,
a mi sargento y Don Alvaro,
el primero.
¡Qué casualidad hallaros
porque ando mas "pelao" que
un galgo persiguiendo liebres!
Ayer jugué lo poco que tenía
y estoy como una patena
de iglesia en día de fiesta.

CAPITAN:

-Os propongo un lindo juego
para ganar un jornal.
Tendremos que fingir una lucha
por unas cuitas de juego.
El cometido será ir subiendo
hasta el altillo de esta casa
donde Pedro Crespo tiene
guardada a su hija y su sobrina
como si fueran alhajas.

Yo finjo que cruel os aserto
un buena puñalada y vos empujáis
la puerta y os encomendáis a las damas.
Las primas saldrán en vuestra ayuda
y conoceremos por fin a tales beldades.
¿Qué os parece el asunto?
Esta bolsa de monedas...

LA CHISPA:

-A fe mía que eso
es trato cerrado.
Yo colaboro también
en tal engaño.

REBOLLEDO:
- ¿Y a qué tanto teatro?
¿Un capitán y un sargento
no pueden subir limpiamente
y hablar con las zagalas
del buen villano Don Crespo?

SARGENTO:
-Pues ahí está el problema
que Don Crespo si nos ve
ir por la tremenda en busca
de su sobrina y su hija
nos monta una zapatiesta
que estos labriegos son
son muy "remiraos" y así,
como el que no quiere la cosa
entramos de sopetón los dos,
y se queda como hermanos
sin a Don Crespo levantar sospechas.

REBOLLEDO:
-Pues eso está hecho
y me parece bien el talego
pero primero contar
las monedas que hay dentro
no vaya a ser una broma.
Que estos pájaros tienen
fama de armarlas sin soltar
ni poca ni buena pasta.
¿A ver que hay ahí?
Chispa, cuenta y calla.

CHISPA:
- Cierra el trato Rebolledo
que la chispa da su visto bueno.
Está bien el argumento.
¡Vamos a ello! ... (ver texto completo)
CAPITÁN DON ÁLVARO:

-No se ponga a rebuscar, sargento
que aquí hay que aplicar un cuento
y hacer que nos matamos, y mientras
subir escaleras arriba hacia
donde Isabel y su prima se hallan.
Pero hay que trazar un buen plan,
buscar una razón, una cuita, y luego
como el que no quiere la cosa,
se empuja la puerta y adentro se pasa
a conocer a esa bella paloma y dama
que en palomar ha puesto Crespo.
¿Me sigue, sargento?

SARGENTO:
-Uy mi amo como piensa y calcula
una emboscada como en la guerra.
Muy bien pensado mi sagaz capitán
y creo que a aquestos planes
han de venirnos muy bien los mozos
que aquí vienen: La Chispa y el Rebolledo.
Más a tiempo... que si lo llamamos
no vienen... La ocasión está
pintada y servida en bandeja de plata.
Vamos a contar con estos soldados
que tienen mucho desparpajo. ... (ver texto completo)
(Cuando deja Don Álvaro a Juan va nuestro capitán a buscar a su sargento)

CAPITÁN:
- ¿Has encontrado ya a la dama,
bueno, a la villana Isabel?

SARGENTO:
-Pues he registrado todo
y no he encontrado ni rastro
de esa belleza que supongo
la habrá escondido el tal Crespo
no sea que se la robemos.
¡Dios que mal me cae ese Crespo
y eso que no tengo ni el gusto
de haberle visto, ni de conocerlo.

CAPITÁN:
-Se habrá creído que tiene
la joya de la corona!, pues
pardiez que yo la buscaré
y no pararé hasta hallarla.
Tanta cerrazón ha logrado
interesarme por esa belleza serrana.
Ni que pensase que tiene Crespo
una mina de oro en su casa.
Voy a ir a rescatarla como que
soy capitán y Don Álvaro me llamo.
A mi me va a dejar sin verla,
ni por nada de este mundo
me pierdo yo tal visión. ... (ver texto completo)
JUAN:
- Sed bienvenidas sus almas
aquí a este lugar.
Vuestra casa, y un servidor,
al que podréis mandar.

(Aparte Juan les admira y se aparta mientras dice en voz baja.)

JUAN:
- ¡Qué buen porte los soldados
comó me gustaría entrar
en estas misiones a luchar!
A cualquier lugar que vayan
son los jefes y los amos;
y nosotros, vulgares vasallos
pa lo que sus señorías deseen.
¡Buen oficio, a ver si convenzo
a padre y me da el permiso
de enrolarme en ese sitio!

CAPITAN:
-Bien hallado seáis vos también.

JUAN:
-Disculpad la presencia
de mi padre, Pedro Crespo;
pero fue a buscaros el sustento
y me dejó a mi encargado
de enseñaros el alojamiento.
Sentiros como en vuestra casa
en esta humilde morada.

CAPITÁN:
-Pues muchas gracias y muy honrados
seremos de tal acogida en casa
del labrador Pedro Crespo. ... (ver texto completo)
CAPITÁN:

- ¡Así que esta es la casa!
Pues aquí mandaré traer
toda mi ropa y rápido, amigo.
Que me parece bien este aposento.
Humilde, pero cuidado con esmero.
Mi nueva residencia y posada
en casa del Villano Pedro Crespo.
... (ver texto completo)
ISABEL:

- Ya lo hemos sabido padre
pues lo sabe todo el pueblo
y la gente lo predica
del mercado a la taberna.
Todo saben que Zalamea la Serena
es punto clave de las lides
de nuestro rey en las guerras.
Bien sé padre como son los soldados ... (ver texto completo)
Cuando Pedro Crespo, insigne villano trabajador y honrado llega a su casa, lo primero que hace es buscar a su hija Isabel, y con ella habla claramente de la situación que se les presenta, y que no pueden eludir por ser hombre de bien pero le hace entender que no puede dar una negativa de albergar en su casa a las tropas reales de don Lope por ser un aldeano de pro.

DON CRESPO:

-Isabel, hija vengo a darte
una tremenda noticia.
Has que quedarte con tu prima
en el desván pues a alojarse
vendrá ... (ver texto completo)
NUÑO:
- Ya decía yo que mi amo
está un poco "tocao" del ala.
Y claro, dice que no le pide
a Pedro Crespo la mano de su hija
para ir con ella a la iglesia.
"Es muy poco para mi", dice el listo,
igualito que la zorra que a las
las uvas de la parra no alcanza
y dice: "esas uvas no las quiero
porque me gustan maduras,
y aquellas están muy verdes".
Si será listo mi amo, el gachó
para que no le desairen
por dentro la quiere bien
y por fuera dice de ella
que es una moza aldeana.
Pero a mi no me la da
ni con queso ni con vino
que este don Juan no lleva
ni agua, ni bota a la era.
¡Si será..., Un carca! ... (ver texto completo)
ISABEL:
-Deje de hacerme halagos,
Don Mendo. Ya le dije eso
hace unos días y usted
se hace el despistado y no
lo quiere entender, que me deje,
que no siga diciendo florituras
que estoy harta de sus lindezas
¡Váyase Don Mendo y ya se lo dije ayer.

DON MENDO:
-Me encanta ver como rabia,
Isabel de la realeza.
Qué gran aire mi señora,
y así enfadada me gusta más.

INÉS:
-Isabel, querida cerremos
ya la ventana que viene el aire fresco.
¡Me he quedado congelada
por estar aquí tanto rato!

ISABEL:
-Te doy la razón, Inés,
dejemos de platicar que
ya ha salido el relente
y nos vamos a enfriar.
Adiós y no venga más Don Mendo
que ya está usted sobrando.
(Cierran la ventana y le dan a Don Mendo con la puerta en las narices que se tiene que apartar porque casi le dan con ella) ... (ver texto completo)
INÉS:
-Asómate a la ventana y mira...
¿quien será ese caballero
que por ahí camina como lelo?
¿No será Isabel, Don Mendo?

ISABEL:
- ¿Cuántas veces te diré
que a Don Mendo no quiero ver?
¿Para eso me llamas Inés,
para tener que pasar mal rato
de ver a ese cencerro que no
que ni en sueños quiero ver?
¿Para qué me habré asomado que
ya viene hacia nosotras Don Mendo?
No se te ocurra marcharte dejando
me a mi el susodicho mochuelo.
¡Vaya cenizo que tengo!
A ver que escusa me invento que
me resulta tedioso el engreído ese.

DON MENDO:
-Muy buenos días tengan
vuestras mercedes hermosas.
Me gusta como platican
estas tan lindas damas.
Mi señora, a sus pies soy
caigo rendido como pájaro dormido. ... (ver texto completo)
DON MENDO:
-Mucho me gusta esa hermosura.
¡Lástima que no sea dama
de alta alcurnia esta villana!
Pues entonces yo pediría su mano
pero todo es sueño, Nuño,
porque ella es hija de Crespo.
Buen labrador, eso sí, y honrado
pero no lo quiero por suegro.

NUÑO:
- Igual se equivoca mi señor
en tomar semejante decisión
pues no para de alabar su belleza,
de decirle cosas lindas y ella
no quiere ni oírle. ¿A qué tanta
fineza si no la quiere por dueña?
Qué atroz contradicción y perdone
pero ¡Qué necio este Don Mendo!
En cuanto ve a la buena moza
sus ojos se le encandilan y le
dice tantas cosas que ella también
le dice que la deje en paz.
Esto es un galimatías que ni
el mas sagaz lo entiende.
Pardiez que tiene a la tal Isabel
en la ventana hablando con Inés.
Y este cenutrio ya veo que se encamina
hacia aquesta ventana a predicar.
¡No entenderé a esta raza de hidalgo
que quiere, que dice y luego dimite.! ... (ver texto completo)
UN AVISO:

No queremos avalancha de cartas
en esta singular redacción.
Los interesados/ as ruegoles
se dirijan a COMENTARIOS DE LITERATURA
porque la obra prosigue en atención
a los lectores de esa congregación
que a la vez que divierte, da clases.
De autores literarios y buenas obras ... (ver texto completo)
Buenos días Verdeorilla
y gracias por el inciso.
Estamos necesitados
de actores extraordinarios.
Ya veremos, si en la próxima
edición publicarmos un edicto:
" Se buscan octogenarios
que todavía estén de buen ver"
para que luzca mejor esta sección.
Pediremos el curriculum y foto ... (ver texto completo)
DON MENDO:

-Hay que dar de comer al rucio
que anda mohíno estos días, Nuño.
Dale pienso que en casa hidalgos,
el rucio debe lucir mejor que el amo.
Y este rucio esta muy devastado.
Debes llevarle a los prados de recreo.
Que un noble hidalgo desluce si va
montado en un rocín pulgoso y flaco. ... (ver texto completo)
SARGENTO:

- Pues a mi nada me importa
que sea ni villana, labradora
ni dama, mientras sea buena moza
y esté de buen ver.
Y me han dicho que muy bella
esta hija de villano; y si no
la quiere, para mi ha de ser.
Usted no pierda cuidados
y dedíquese a las altas damas
que yo me dedicaré a una buena mujer.

CAPITÁN:

- Pues hay que tener categoría
para saber muy bien escoger.
Entre dama, labradora y villana,
es preferible la dama, sin dudarlo.
Porque una villana puede ser
hasta mal hablada, bella, pero
no tiene emblemas, ni títulos,
y si figura, pero muy mermada.
Y si yo digo, "esa es mi dama",
el perfil es superior; mas
si no podría decir, "es mi villana",
que parecería mal a los ojos
del que me mirara llamarla así.
Pero, fíjate, que es eso que veo
si parece muy raro el hombre.

SARGENTO:
-Pues verá mi señor, si no me equivoco
aquel, de figura tan notable,
calculo que pueda ser Don Mendo.
Una risa, un caballero andante,
el mismo Quijote salido de la novela
de don Miguel de Cervantes Saavedra.
¡Vaya pincel pintado en su rocín flaco!
Es Don Mendo, el mismo que viste y calza
vamos a ver qué nos cuenta el hidalgo
que con Don Nuño va cabalgando y se apean
de dos corceles flacos y cadavéricos.
¡Qué estampa parecen ambos, mi amo.! ... (ver texto completo)
A DÚO LA CHISPA Y REBOLLEDO:

-Vaya a la guerra el alférez,
y embárquese el capitán.
Mate moros quien quisiere
que a mi no me han hecho mal.
Vaya y venga la tabla al horno,
y a mi no me falte pan.
Huéspeda máteme una gallina,
que el carnero me hace mal. ... (ver texto completo)
REBOLLEDO:
-Pues yo ya no sé ni lo que veo.
¡Qué lástima que la Chispa
no sea ni por asomo una mujer!
Vi visiones, pero ya no es hora
ni de lamentar, ni de divagar.
A ver con qué nos deleita
nuestra soberana Chispa
que ya me río sin saber
que nos dirá el de la vara.
TODOS:
-Amén

SOLDADO PRIMERO:
-Pues tú estarás descansado
o lo querrás aparentar,
pero, la procesión va siempre
por dentro. Eso te lo aseguro yo
que estoy mas vivo que muerto.
Yo ya veo el letrero, ZALAMEA,
pero solo en mi cabeza de mochuelo
que no sé si mis pies me guiarán a ella.
Pues el cansancio, veo, que la puede a ella.

SOLDADO SEGUNDO:
¡Cuánta razón tienes hermano!
Estos amos, como solo llevan
sus manos, sin mochilas ni ataduras,
y montan en jumentos singulares
no tienen conciencia de batallas ni guerras.

REBOLLEDO:
-Dejáos ya de gaitas y zarandajas
que estoy muy intrigado en lo que
aquello que veo, o creo ver, aparenta.
Tiene trazas de mujer angelical,
o no se si será, un travestí universal.
¿Tiene gracia esa zagala
o es la pura estampa de la sal?

SOLDADO PRIMERO:
-Aquello que vuesa merced atisba
yo lo veo mas claro y lo atisbo mejor;
y es, si no me equivoco,
la Chispa, el mejor postor
de todos los tiempos gloria
que nos va a hacer pasar
lo mejor de nuestras horas. ... (ver texto completo)
Hola Inés:
antes de embarcarnos en el autor y en la obra, si conviene recordar que ya hemos representado varias obras desde que tuviste la feliz idea de crear el tema: "Tormento" de Benito Pérez Galdós, y tres obras de Federico García Lorca:" La Zapatera Prodigiosa", "La Casa de Bernarda Alba" y " Mariana Pineda". y con está ya serán cinco obras, cuando se llegue al final, que no hay prisas, y es mejor hacerlo lo mejor posible. Cuando se quiere, se puede, pero si te molestas y lo intentas hacer lo mejor posible. Así que ánimo y a por el" Alcalde De Zalamea", que yo creo que es más difícil, pero lo intentaremos.
Saludos ... (ver texto completo)
! Eso está hecho! me pongo en ello.
¡Eureca! Ya lo he encontrado. Junto a "La Vida es Sueño", de Calderón de la Barca. Si es que estamos compenetradas a tope. Lo único que ahora estoy ocupada pero no importa que ya se haré. Que las prisas no son buenas, que se acaba por llorar. No sé si es así pero me ha venido a la mente como algo mecánico.
Saludos
Carmen, que te parece, El alcalde de zalamea.
Pues no me parece mala idea. Es un clásico y en este mundo que vivimos conviene mirar mas a los clásicos que algo aprenderemos de ellos que a su vez se inspiraban en clásicos también.
Si tienes tiempo puedes hacer un resumen, personajes. Mientras busco el libro que creo que lo tengo. Pero no me acuerdo exactamente donde.
Un saludo
Hola Carmen,! bueno ya le hemos dado el final a la obra de Mariana, y en mí modesta opinión, creo que ha quedado muy bien.
Carmen si te apetece podemos hacer otra. ya me diras.

un saludo.
Hola Inés:
Pues estaría bien hacer otra pero ahora te toca elegir a ti. La obra y el autor/a.
Podemos pensar en varias y luego elegir la que mas nos vaya o en la que nos encontremos mas a gusto. Y tenemos tiempo, así que lo decidiremos entre los/as que estemos dispuestos/as a pasar un buen rato. Yo desde luego, estoy aquí para aprender y para disfrutar con lo que hago. Para llevarme malos ratos, no. Creo que tu eres de la misma opinión. Hay un refrán que lo cuadra. "Dios los cría y ellos se juntan". ... (ver texto completo)
UNOS VERSOS FINALES
PARA MARIANA

¡Qué tristes están las calles
con una pena en el aire!.
Cortaron una azucena,
la más bella de Granada
que estrenó la primavera
mientras bordaba unas letras.
Entregando su esperanza ... (ver texto completo)
MIS NIÑOS

Mis niños me acompañan
cantando en la pradera
a la rosa de los vientos
que el amor desea y espera.

¡OH qué día tan triste en Granada,
que a las piedras hacía llorar,
al ver que Marianita se muere, ... (ver texto completo)
SOLO QUERÍA EL AMOR DE MARIANA

Pedrosa cometió una infamia,
¿o fue el Rey? ¿Solemne?
Robáronle las auroras
a esa niña de preciosa grana
que murió por bordar..., ¡No!
Por ser fiel a su Pedro del alma.
Murió por hermosa y sincera,
cual rosa, a los ojos de Pedrosa,
y estar locamente enamorada.
Sin hacer mas concesiones
y ser ella de fina estampa.

A las diez de la mañana
Granada rogó por su alma
y el bandolero no fue,
por su vida, dejó de salvarla.

A las diez de la mañana
Mariana entregó dócil su alma
por ser fiel y de fina estampa
cual paloma indefensa
ante los ojos del mal
que le tendía una trampa. ... (ver texto completo)
Un eco quedó en el aire
de palabras sin sentido.
Muere de amor Mariana
a causa de un amor fingido.

Esperaba, pero no vino;
y Mariana, entregó su delirio.
Granada tenía ácido sabor
de grana y de oro teñido.
Solo la lluvia se atrevía, ... (ver texto completo)
Buenas tardes Inés:
no voy a proseguir con la obra hasta el martes por lo menos.
Si quieres puedes seguir. Ya sabes que Mariana va a recibir la visita de Fernando, que ella cree que en realidad va a ser Pedro. Pero es Fernando y lo que le dice...
Acaba si puedes, y yo pondré la canción de los niños que quise poner al empezar pero da lo mismo si va al final. Porque ahí ha pasado ya todo. Y tuviste un gran acierto de empezar la obra sin el canto de los niños porque así no se repetirá.
Espero ... (ver texto completo)
(Mariana se aproxima y las novicias entonces se callan pero se las nota. Mariana es tan sensible que nota todo, el piar de los pájaros, el temblor del agua de la pila de la fuente y el canto de los niños que oye lejanos tras las rejas del convento. Pero oye su nombre y se siente morir poco a poco)

MARIANA:

¡Soy un quejió de una triste guitarra!
¡Pedro! ¿Qué has hecho de aquella dama
que tejía, reía, bordaba y contaba
los cuentos mas bonitos a sus hijos.
¡Pedro, Pedro!
Todos huyen de mi. Los pájaros tienen miedo,
el agua la siento alejarse, las nubes callan.
Todo es quietud aquí y todo habla.
Las novicias que estaban cantando la salve,
al verme, dejan la canción de misa
y ¿huyen de mi? ¿solo soy una sombra?
¡Dios, háblame tu desde lo alto
que pobre ya no siento ni la sangre
por mis venas y solo siento, ¡Pedro, Pedro!
resonar en mis entrañas, en mi cabeza.

NOVICIA 1ª:
- Mariana

MARIANA:
- ¿Huyen de mi?

NOVICIA 2ª:
-No, ¿verdad hermana?
Es que se hace tarde y nos íbamos.
Hemos acabado nuestros rezos.

MARIANA:
-No os vayáis, esperad.
Tengo que hablar con alguien. ... (ver texto completo)
INÉS, NOVICIA 1ª:

- ¡Qué gritos, Clara!
Todavía suenan en mis oídos,
¿no los oyes?
Es un griterío infernal
que no se de donde viene
pero taladra como si fuera
un torrente de pájaros,
un manantial de aguas vivas,
un tropel de niños cantando.
Que pían, que atronan o que gritan.
Entre todas las palabras distingo,
Mariana, Amor y Libertad.

CLARA, NOVICIA 2ª:
-Las voces vienen del jardín,
¡Inés estoy tan asustada!
¿Dónde estará Mariana?
¿Dónde Pedro, que ya tarda?

INÉS, NOVICIA 1ª.
-Mariana está esperando a su novio
que venga en su rescate. ¡Pobre Mariana!
Que la salve, o muera con ella.
Ella lo cree, lo piensa, lo ve.
Niña, es cosa grande esa del amor.
Nosotras ¿amaremos así a Dios?
¿Dios nos pondrá esa prueba,
de morir por él?
¡Ay Niña es duro amar sin fe!

CLARA, NOVICIA 2ª:
-No hay duda que Mariana ama.

INÉS, NOVICIA 1ª:
-Pero su novia ya tarda.
Si la vieras cómo mira
através de las rendijas
y apenas si ve mas que flores.
¡Pobre niña, sus flores!
Las flores que Granada rinde
a los que valientes se entregan
por ella.

CLARA, NOVICIA 2ª:
- ¡Y cuánto pájaro!
¿Has visto?
No caben en las ramas,
mismamente parecen las hojas
que perdieron, ahora asoman.

Las nubes están tristes,
y derraman sus gotas.
¡Qué frescura ahora en Granada!
¡Y los niños siguen cantando en la plaza!

INÉS, NOVICIA 1ª:
- ¿Tú la has visto, Clara?
Está blanca, como la cera,
¡Parece una estampa su blancura!
Dudo si ya está viva o está muerta.
Ahora resalta ese cuello esbelto,
de niña amortajada, ¡Dios, qué bello cuello!
¡Se irá lejos y Pedró no vendrá!

CLARA, NOVICIA 2ª:
- ¿Vamos a ensayar la Salve?

INÉS, NOVICIA 1ª:
-Ya no hace falta.
¡Y yo no tengo gana!

CLARA, NOVICIA 2ª:
-Es lo único que podemos hacer,
cantar la Salve, mientras cantan
los muchachos, las fuentes y las aves.

INÉS, NOVICIA 1ª:
-Está bien, lo haré por ella.
¡Mariana es tan buena! ... (ver texto completo)
¡Oh que día tan triste en Granada,
que a las piedras hacía llorar,
al ver que Marianita se muere
en cadalso, por no declarar!

¡Va a morir por amar a su Patria
por creer en el amor y estar enamorada!
¡Va a morir por no decir nada
y por no defraudar a su alma!
¡Pedro! ... (ver texto completo)
Inés:
me pareció tan bonito y tan íntima la canción de Mariana Pineda que la copié tal cual. Al igual que la canción del Contrabandista que Clavela les cuenta a los niños de Mariana. Creo que hay fragmentos que no se pueden cambiar y una vez más hemos coincidido.

Y que te voy a decir. Todos los días no son iguales. Algunos pesan mas que otros. Cuando me siento mal procuro acostarme cuanto antes y dormir. Muchas veces todo cambia al despertar. Lo que vemos cuando estamos pesimistas o muy hartos; ... (ver texto completo)
Mariana se sienta rendida en el banco de la sala de visitas del convento y entona esta dulce canción que calma todo su sentir y su rabia.

MARIANA:
- Recuerdo aquella copla que decía
cruzando los olivos de Granada:
¡Ay, qué fragatita,
real corsaria! ¿Dónde está
tu valentía?
Que un velero bergantín
te ha puesto la puntería" ... (ver texto completo)
Cuando Pedrosa sale hecho un basilisco de furia, de ira y de rabia por el despecho de Mariana, Mariana se encuentra con con Carmen que está sobresaltada por la reacción de ambos pero mas por el sentir de Mariana y la injusticia que con ella se está cometiendo en nombre de la Justicia que el Rey recién venido imparte a sus gentes.

CARMEN:
- ¿Qué pasa Marianita?

MARIANA:
-Nada

CARMEN:
- ¡No es justo!
Es una mujer muy buena.

PEDROSA:
-Nadie os preguntó

(Y se va con la impotencia de no salirse con la suya y con la soberbia de los poderosos que creen que todo lo pueden.) ... (ver texto completo)
MARIANA:
-Voy a morir en nombre ¿de quien?,
¿En nombre de la Justicia?
Te odio
¿Quien es esta Justicia que mata
a los hijos que antes defendieron la patria?
¡Un atajo de cobardes se llama ahora La Justicia!
¿Qué crimen cometí para que muera
en nombre de la Justicia?,
¿De qué Justicia? ¡Miserables!
En la bandera de la Libertad
bordé el amor más grande, el de la Patria,
que el Rey y la Corona nos ha usurpado a todos.
¿Todavía tienes el valor de hablarme
a mi de la Justicia, que me condena a muerte?
No hice mal a nadie, a nadie maté...
Mas la Justicia, en nombre del Rey, me encarcela y me condena.
¿Eso es Justicia? ¿Eso es Justicia?
Vete, vete, vete, miserable y no vuelvas.
¿Quien tuviera alas, o solo espíritu
y volaría a través de estas rejas
que me encierran y me niegan la vida.
Me quitarás la vida en nombre del Rey, la Corona,
pero seguiré acechando aquí, en las sombras.
Moriré, y resurgirá el espíritu libre
en esos que ahora se acobardan y se esconden.
Cuando muera tendré alas y ya no podrás mas perseguirme.
¡Adiós Pedrosa, es mi última palabra!
¡Vete! ... (ver texto completo)
PEDROSA:
- ¡Mariana, recapacita!

MARIANA:
-Para que yo muriera
toda Granada moriría.
Ignoras que soy noble,
hija del Capitán Caballero
de Calatrava, ¡lo olvidas!
... (ver texto completo)
Ahora está Mariana hablando con Pedrosa
y ve una a una todas sus esperanzas,
sus ilusiones como hojas que caen.
Ya no hay remedio, no hay vuelta atrás.
Antes hablaba con otra novicia, Alegrito.
Dulce nombre, si pudiera pensar en las palabras,
ese nombre le causaría una risa sana.
Pero ya no hay tiempo y su tiempo cae
inexorable a hundirse en el negro pozo.
Resuenan esas palabras que alegrito dijo, ... (ver texto completo)
CUÁNTAS PALOMAS QUE EN EL MUNDO HAN SIDO

No puedo contar cuántas, Dios.
¡Cuántas palomas rotas!
Inocencia perdida para siempre
en el devenir del tiempo antiguo,
medio y nuevo; y sigue un ligero
temblor bajo el cielo, Dios. ¡Un estruendo!
¡Madre, cuánto sufrimiento, cuántos lloros!
Una amenaza, una quimera, un sueño
que por fin triunfe la primavera.
¿O es una trampa que abre una puerta
hacia el olvido, una salida falsa en el laberinto?
Es un sueño de otoño, que preludia el frío
cuando los pájaros inician su vuelo,
cuando las hojas han alfombrado los senderos
y los árboles resisten en silencio, mudos,
despojados de hojas, de sueños, de pájaros.
Muchos pájaros rotos en sus primeros vuelos
que no sabían que el mal estaba prendado
de ellos, en un despertar cualquiera
plagados de ruegos, plegarias, y silencios
nunca escuchados, ignorados, no había tiempo
para dejar de mutilar palomas al viento.
Por calles y plazas, avenidas, paseos...
Muchos bulevares se cubrieron de duelos,
muchas rosas cortadas sobre las tumbas,
sobre las aceras, en la intimidad de las casas.
¡Dios, cuántos sueños rodaron por los suelos!
¡No se pueden contar los días que no vivieron! ... (ver texto completo)
CARMEN:
- ¿Qué hacéis niñas ahí
mirando a Mariana,
a esa pobre mujer?
¿No os da vergüenza?

LAS NOVICIAS:
-Ya nos íbamos madre.
¡Con licencia!
(Se van y cuando éstas ya no están a la vista, se acerca y mira con sigilo por el ojo de la cerradura) ... (ver texto completo)
NOVICIA 1ª:
Ya pasó la madre superiora.
y ahora podemos seguir.
¡Estoy tan intrigada!
¿Pero qué es lo que ha hecho,
de verdad,
de qué la acusan?

NOVICIA 2ª:
-Creo que de deslealtad a la corona.
Dicen que Mariana bordó una bandera.
La bandera de los liberales,
morada con letras verdes.
La bandera, dice ella de la libertad.

NOVICIA 1ª:
- ¿Pero es posible que por bordar
una bandera launque sea de la libertad...?

NOVICIA 2ª:
-Los liberales están en contra
del rey, de la reina y de los infantes.

NOVICIA 1ª:
-Yo tampoco los quiero.
Han defraudado al pueblo.
Después de tanto afán, de tanta lucha
vienen y nos aporrean.
Tampoco yo los quiero.
¡Ay Mariana Pineda,
que hermosura, qué belleza,
qué linda flor mas bella
van a cortar de la floresta!

(Aparece por la puerta del foro la madre superiora, Carmen de Borja, de nuevo; y esta vez va en busca de las novicias) ... (ver texto completo)
NOVICIA 1ª:
-Tenemos nueva compañera, ¿no?
¿Qué hace?
Está pálida como el marfil,
como si en vez de una señora
fuese una virgen conventual.
¡Da grima verla tan serena!

NOVICIA 2ª:
-Se llama Mariana y está presa.
Pronto se la llevarán al cadalso.
Es muy triste que una mujer muera
así, mientras los compañeros
están libres. ¡Es tan buena!
Va a acabar sus días aquí
y después irá directa al cielo
porque se está ganando el paraíso.

NOVICIA 1ª:
- ¿Pero cómo puede ser verdad
que una mujer así muera?.

NOVICIA 2ª:
- No quiere delatar al grupo
de liberales porque está enamorada.
Pedro, creo que se llama.
El que la ha comprometido
y por su culpa será reo de muerte.
¡No hay derecho que una mujer muera
por querer tanto a todos!

NOVICIA 1ª:
-Calla que viene la madre superiora
y si nos oye hablar nos va a dejar sin cena. ... (ver texto completo)
Mariana está en otro lugar, alejado del mundanal ruido; y los arcos, fuentecillas y arrayanes del Convento de Santa María Egipcíaca son ahora su morada.
Al levantarse el telón se diría de ella que la pena se la hubieran conmutado por su aspecto tranquilo y sosegado, y el escenario mismo; mezclado con el rumor del agua, la música de órgano y el canto de las jóvenes novicias entonando las melodías conventuales. Toda una estampa en que el dolor deja paso a aquello que es inevitable.
En primer plano ... (ver texto completo)
PEDROSA:
-Hoy te dejo que lo pienses
que recapacites y que sepas
que puede anular la sentencia
que sobre ti pesa.
Solo tienes que delatar,
decir sus nombres, quererme
y seremos por siempre felices.
Pero hoy, duerme, piensa y decide.
Mañana será otro día.

MARIANA:
- ¡Cínico!
Vete de mi casa y no vuelvas.
No te pertenezco, ¿o sí?
Pero no.
Nunca será cierto, cobarde.
Que te amparas en tu poder
pero sin él no eres nada.
Solo un ser deleznable.
Adiós y vete cobarde.

(Mariana tiene la sangre encendida y la rabia no le deja pensar pero al cabo de la noche cae rendida y duerme profundamente, y sueña que está con ella su amado Don Pedro. Y que nadie ni nada les separará. No sabe que sueña, y cree en sueños que es verdad, solo que cuando despierta el alba se da cuenta de su verdadera tragedia y exclama:
- ¡Estoy sola!

FIN DE LA SEGUNDA ESTAMPA. ... (ver texto completo)
Buenos días:
no te importe, lo mejor es que nada se quede en el tintero. ¿Antes? ¿Después?
He descubierto en este nuevo camino que inicié en primavera que aquí se puede. Como en las novelas que el personaje recuerda lo anterior después que todo ha terminado ya.
Justo cuando empezaste el primer acto yo tenía escrito ya acerca de la canción de los niños. Y no pasa nada pues irá al final cuando todo haya terminado para MARIANA, como ahora que ya murió Mariana, murió García Lorca y han muerto muchísimos ... (ver texto completo)
PEDROSA:
-No estoy ciego, veo en la noche
cómo se reúnen en ciertas casas
un puñado de conspiradores.
Se de buena tinta cómo se borda
en Granada. Manos enamoradas,
según me han dicho, han bordado
la bandera de los revolucionarios.
Y todas las miradas, me dicen
que en esta casa ha sido, tus manos, ... (ver texto completo)