Buenas noches Carmen García: Me has respondido como sólo tú sabes hacerlo, con ese carisma propios del saber, la humildad y la experiencia. Soy consciente de que mis limitaciones son muchas, y todavía más, cuando parte de ellas se convierten en una enfermedad genética que te condiciona de por vida, y lo que es peor, sabes que terminará por robarte uno de los sentidos más importantes, la vista. No obstante, estoy orgullosa de lo que hago, porque, entre otras cosas, me he hecho a mí misma, exforzándome al máximo y aprendiendo de personas como tú, que saben valorar los esfuerzos. Sé que para mi es tarde, ya no por la edad, sino por la minusvalía que me ha limitado siempre para poder hacer cosas, unas importantes y otras menos, como las que cito en mi poema, sencillas pero gratificantes, aunque en muchas ocasiones las escriba pero no las pueda contemplar.
A pesar de todo ello soy feliz, y amo la vida sobre todas las cosas, aferrándome a ella con todas mis fuerzas dando gracias a Dios y a mi madre que me engendró con todo su amor para vivir con dignidad y alegría.
Gracias por escucharme y comprenderme.
Yosefín
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