Persiste la pluma, arañando la cuartilla dejaado en ella escrito:"tu podrías quererme. Tal vez me acerque a tu mesa y te pregunte que escribes. tal vez te cuente mil cosas. Me miras: leo en tus ojos que estas sola, en medio de esa falsa alegría, de unos marineros cargados de alcohol. Estas callada pero tus ojos me llaman. Persiste la pluma en alumbrar una estrella, en un relámpago, en un trueno, una llamarada, irrumpe en tu vida; tenazmente escribe."sus ojos me miran con amor.
Animadamente algunas gentes charlan, y ella... ¿Que pensará ella de lo que mi pluma le está diciendo? Está solo, muy sola. me dice mi propia soledad, y desde esta soledad, me acerco a ella, a esa hermosa aparición.
Y es que soledad y osadía quisieron unirse, para acercándose a la mesa donde ella también escribía, arrastrando una silla decir:! hola!
-Yo escribía hace un instante, la vida puede ser bella. La tarde tarde que estaba apagada, se ha vestido de alegría desde que tus ojos se cruzaron con los míso. Me estaba respondiendo su mirada, y labios adornados de una sonrisa, mientras trataba de entrar en sus segretos. Mencioné esta palabra y.! Dios que belleza asustada!! Si al menos me hablara!...
Y estalló un hola, que se me antojó un susurro acariciador.
Aquellos labios que yo había mirado, por fin hablaron.
-Si, estoy sola y buscaba alumbrar mis horas vacías, a sabiendas que a mi también me amanecen soledades.
-Hace uno minutos, yo también pensaba lo mismo....
- ¿Podrías decirme que escribías?
Le mostré, y leyo, de su voz acariciadora, lentamente, quedamente: Bello es tu cabello, bellos son tus ojos, pese a tu mirada triste, su yo supiera, alagraría tu mirada. Su yo supiera que no me negarías, tu palabra me acercaría, y te diría tienes en mi el mas fiel amigo... ya no estaríamos solos.
Por encima de la mesa tomo mi mano. Se dibujó en su rostro un sonrisa distinta. Su mano en la mía era un calor que ya había espresado mucas veces mi pluma. nacieron muchas palabras, y sonrisas, y risas, y nos contamos mil cosas de nuestras vidas... Y las luces de la terraza se encendieron. En ese momento ella me decía.
-Mira yo escribía, que hacer para buscar en este verano una alegre primavera... vengo en busca de una playa mil veces soñada, donde encontrar alguen que me haga reír, y hasta soñar. ¿Ves? Ahí es cribía: "Tengo la impresión de que de los árboles se desprenden ojas amarillentas. que ruedan por el sueloa la par de mi soledad... Esos jos que me han mirado me hablan de primavera.
-Y el frío que sentía huyo, en el momento que ella me regala su mirada.-Dije yo.
-Y no quisiera ni mas días ni mas noches, sola, se me hacen interminables-había escrito ella.
-Y las luces musicales de amor encendidas, alúmbrarán jardínes tal vez de amor.
Y las manos permanecieron unidas,
y se acariciaban.
Y en la recien nacida dulzura, caminaron por las calles, y lejos de la luz de las barolas, se besaron y se dijeron que escuchaban cantos de pájaros, y que respiraban perfumes de amores.
Y ya en el parque a la luz de la Luna blanca, se dijeron haberse conocido desde siempre.
La luna se calló los secretos
Y bajo las palmeras bajo las palmeras, una pareja que paseaba, gritó:
-! Felz san Valentín! Y se perdieron en la noche.
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