Mensajes de Columnistas y Tertulianos enviados por Triana:

VIDAS EJEMPLARES.

Hielo en el Palacio Real.

Las palabras del Rey reafirmando principios básicos ya llaman la atención.

Luis Ventoso.

Actualizado: 07/01/2020 00:01h.

La más manida de las supuestas maldiciones chinas en realidad es apócrifa: «Ojalá vivas tiempos interesantes». La inventaron diplomáticos ingleses del XIX atribuyéndosela a los orientales. Pero si vivir en época movida es sinónimo de maldición, en España nos ha mirado un tuerto. En los próximos meses - ¿años?- no nos aburriremos jamás. Viviremos acampados en un circo político, la «coalición progresista», con un jefe de pista capaz de defender impávido una idea y su contraria, donde lo que entendíamos por normal pasará a considerarse regresivo y lo que considerábamos inadmisible se instaurará como el nuevo paradigma.

Aunque ayer Madrid gozaba del regalo habitual de su cielo raso y su luz clara, una corriente fría recorría los salones linajudos y ornamentales del Palacio Real. Se celebraba la Pascua Militar, el mismo rito de cada año, pero la atmósfera era muy diferente. En la víspera, la portavoz de Bildu, en su día condenada a un año cárcel por apología del terrorismo, insultaba al Rey desde la tribuna del Congreso. La presidenta de la Cámara, la socialista Batet, y Sánchez fueron incapaces de reprochárselo, de hacer el más nimio gesto en defensa del Jefe del Estado. Necesitan los escaños del partido que fue brazo político de ETA y optaron por un oprobioso silencio. Con tal precedente, suscitaba máxima atención el discurso solemne del Rey ante Sánchez y dos de sus ministros (Marlaska y Robles, del exiguo y menguante sector cabal). Felipe VI, que ha heredado de su madre un temple contenido y que está ya curtido en ejercicio de su alta magistratura, mantuvo su compostura habitual y destacó algo que nunca falta en sus alocuciones de la Pascua: el «compromiso» de las Fuerzas Armadas con España y su Constitución. En condiciones normales, resaltar algo tan obvio resultaría un lugar común. Pero no estamos en condiciones normales. Sánchez será investido hoy como el presidente con menos apoyo de nuestra democracia para formar una coalición con un partido comunista que lleva un lustro clamando por derribar «el Régimen del 78». Todo sostenido por los enemigos más tenaces de España, los separatistas catalanes y vascos, que no solo rechazan la Constitución, sino la existencia misma de la Nación española.

El Rey dijo más cosas elementales. Por ejemplo, elogió cálidamente a la Guardia Civil, «pilar fundamental del desarrollo de nuestro país». Pero también eso deviene en extraordinario, porque Sánchez acaba de pactar con el PNV retirarla de facto de Navarra. Felipe VI ensalzó además a la OTAN y la contribución española a la misma; guiño atlantista que chirriará en los oídos de los ministros Iglesias, Garzón y Montero, que detestan a la Alianza Atlántica y todo lo que representa.

Sánchez vestía el chaqué protolocario. Su rostro era pétreo, tenso, blindado a la más tenue sonrisa. Si lo que llaman «lenguaje corporal» existe, sus miradas láser cuando el Rey recordaba principios básicos de nuestro sistema lo decían todo. Me considero una persona optimista, pero creo que sí, que España tiene un problema: el sentido común se ha vuelto provocativo.

Luis Ventoso.

Director Adjunto. ... (ver texto completo)
Nuestro nuevo enemigo es la Ley.

Con Sánchez, más que con ningún otro presidente, cuesta saber a quién está intentando engañar a cada momento.

Salvador Sostres.

Actualizado: 04/01/2020 11:00h.

Dejar atrás la judicialización no puede significar otra cosa que la carta blanca para incumplir la Ley, presentada por Pedro Sánchez como un enemigo, como algo negativo que hay que superar desde el buenismo. Oponer la política a la Ley es oponerla a sí misma, porque la política sin Ley no existe ... (ver texto completo)
UNA RAYA EN EL AGUA.

Inmunidad no es impunidad.

El veredicto europeo es un revés para el Supremo pero no puede amparar un fraude de ley, un uso espurio del Derecho.

Ignacio Camacho.

Actualizado: 20/12/2019 00:28h.

Si Junqueras y/o Puigdemont acabasen en libertad, lo que resulta muy improbable, como consecuencia del veredicto del Tribunal de la UE, éste habría colaborado en un fraude de ley de modo indirecto. Porque es evidente que los dos procesados se presentaron a las elecciones de la Eurocámara con la intención de blindarse en el aforamiento. La Corte de Luxemburgo no puede entrar en juicios de intenciones pero no debería ignorar que su garantista fallo -hay polisemias que carga el diablo- favorece un uso espurio del Derecho. Como tampoco debió ignorarlo el Tribunal Supremo cuando evacuó la consulta de inmunidad y cuando decidió no esperar la respuesta antes de continuar el procediso. Si el juez Marchena tenía una duda razonable, procedía detener el juicio hasta haberla resuelto.

Ahora el asunto ha desembocado en un monumental lío, un descalzaperros de esos en los que la maquinaria de intoxicación separatista se las pinta para sacar partido. El relato de trazo grueso no deja lugar a matices técnicos ni jurídicos: para el independentismo, sus líderes han sufrido un atropello que la sentencia comunitaria absuelve con efecto retroactivo. Es falso pero eficaz, y con su indiscutible éxito propagandístico en la mano no van a detenerse en casuismos; tienen a su alcance una formidable oportunidad para autoafirmarse en su mito de la represión autoritaria y del castigo político. Sobre todo después de que el Ejecutivo, en su negociación suicida, haya legitimado la tesis del «conflicto».

El problema es de primera magnitud, y no sólo porque los abogados de Junqueras van a perseguir la anulación de la condena y porque Puigdemont ya se vende a sí mismo cruzando la frontera. Es que aunque ambas posibilidades sean remotas, que lo son, esa apariencia de impunidad de los golpistas incrementa la desconfianza o la actitud escéptica de muchos españoles ante la superestructura europea y propicia un peligroso discurso populista sobre la soberanía humillada por injerencias extranjeras. Además, la situación enreda aún más la ya de por sí incierta investidura de un Sánchez que sigue empeñado en que se la facilite Esquerra. Los secesionistas se sienten más fuertes para elevar su listón de exigencias en el caso de que la perspectiva de un adelanto electoral en Cataluña no los levante de la mesa, y encima la inhabilitación de Torra añade tensión victimista a la pugna por la hegemonía interna.

En esas condiciones, el intento del presidente se vuelve aún más irresponsable: ese pacto, de consumarse, va a provocar verdaderas oleadas de indignación en la calle. Las inesperadas - ¿o quizá no tanto?- complicaciones judiciales del procés lo convierten en un funámbulo zozobrando en el alambre. Y con las instituciones del Estado sometidas por todas partes a un severísimo desgaste, lo más inquietante es que sea el jefe del Gobierno quien lidere la escalada de disparates.

Ignacio Camacho.

Articulista de Opinión. ... (ver texto completo)
TRIANA. Es verdad que las acciones del PP se alargan aunque sea el ejemplo cotidiano de lo malo que es el PP. Y mira que soban la acción cometida. Hay un periodista de izquierdas en la 6ª que en cuanto tiene la palabra menciona al PSOE 10 segundos e inmediatamente se mete con la Gurtel, venga o no venga al caso. Y dale con la jodida Gurtel. La vara de medir es bien distinta aunque la corrupción es mayor en el PSOE que en el PP.

Un saludo
Ángel, esta izquierda mete mucho ruido, están en todas partes dando la matraca, deben de tener mucho tiempo de sobra, encima tienen casi todas las televisiones para ellos, por ejemplo TVE, LA CUATRO, LA SEXTA.......................

Un saludo.
VIDAS EJEMPLARES.

¿Trinca el PNV? Pelillos a la mar.

En España la corrupción puntúa diferente según quién robe.

Luis Ventoso.

Actualizado: 18/12/2019 09:11h.
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VIDAS EJEMPLARES.

Nueve meses sin hacer nada.

Perdidos en la propaganda hemos olvidado que somos un país sin Gobierno.

Luis Ventoso.

Actualizado: 16/12/2019 09:05h.
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POSTALES.

Mentiras y más mentiras.

Aunque se necesitan, no confían un pelo unos de otros.

José María Carrascal.

Actualizado: 12/12/2019 23:35h.

Como estoy harto de oír y leer mentiras, incluso pseudooficiales, voy a denunciarlas sin rodeos, ya que una mentira no se convierte en verdad porque se repita un millón de veces, contra lo que dicen comunistas y nacionalistas.

Es mentira que el conflicto catalán sea político, como no lo es un robo o un asesinato. Los conflictos políticos se refieren a diferencias de ideas y prácticas dentro de la Constitución. Éste la desborda. Es, pues, un conflicto judicial, penal incluso, como prueba que ha sido juzgado y sentenciado por el Tribunal Supremo. Pero lo contrabandean como político, y lo están consiguiendo, a base de insistir todas las instancias y partidos envueltos en que «hay que abandonar la judicialización y la represión». (Todas las citas son literales).

Es mentira que PSOE y ERC «dialoguen», ya que negocian en «busca de los instrumentos necesarios para encauzar el conflicto político sobre Cataluña, que deseamos abordar desde el respeto y reconocimiento institucional mutuo», o sea admitiendo las tesis nacionalistas (ilegales) sobre el mismo.

Es mentira que los nacionalistas respeten el ordenamiento constitucional español cuando exigen que la negociación sea de «tú a tú», lo que significa de igual a igual, colocando al mismo nivel al presidente del Gobierno español y al president de la Generalitat, lo que sería como colocar a éste a la altura de la alcaldesa de Barcelona o Gerona. A Pedro Sánchez no parece importarle, aunque es uno de los puntos que más problemas le ha traído al violar el rango jerárquico constitucional. La parte no es igual al todo. Lo ha solucionado disponiendo entrevistas con los presidentes de todas las autonomías. Así podrá verse con Torra (si antes no le inhabilitan por los lazos amarillos) sin causar protestas. Pero estén seguros de que su conversación con el presidente de Murcia o Castilla-La Mancha no será la misma que la que tenga con Torra. El resto sólo le sirven de coartada.

Es mentira que ambas partes jueguen limpio. Con un esfuerzo de imaginación, puede admitirse que Sánchez lo haga, aunque todo apunta que su principal objetivo es seguir en La Moncloa al precio que sea, pero los republicanos catalanes han dicho «lo volveremos a hacer» una y otra vez.

Y es mentira que estén informándonos honestamente del contenido de las negociaciones. Lo que nos dicen es tan escaso como opaco, como si tuvieran miedo de esos «avances» que anuncian. Más escepticismo aún genera la atmósfera «cordial» en que se desarrollan. Las escasísimas fotos de sexteto en torno a la mesa y el lenguaje corporal de los protagonistas es todo menos afable: Ábalos hacia adelante mirando con gesto hosco a la cámara y Rufián recostado en su asiento tamborileando sobre la mesa. El resto, con cara de palo. Y es que, la única verdad de esas reuniones es que, aunque se necesitan, no confían un pelo unos de otros. Con buenas razones.

José María Carrascal.

Articulista de Opinión. ... (ver texto completo)
Buena reflexión, tomen nota para llevarlo a la práctica.
UNA RAYA EN EL AGUA.

Lubricantes.

Ningún barón del PSOE irá más allá del escarceo dialéctico ni usará su poder institucional para cuestionar al Gobierno.

Ignacio Camacho.

Actualizado: 11/12/2019 23:42h.
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POSTALES.

¿Diálogo o trampantojo?

La autodeterminación no existe en los Estados democráticos excepto con el consentimiento general.

José María Carrascal.

Actualizado: 11/12/2019 07:49h.
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YOLANDA GÓMEZ ROJO.

Los sindicatos y el independentismo.

No sé en qué benefician a los trabajadores las cesiones que sánchez tendría que hacer para lograr el apoyo de ERC.

Yolanda Gómez Rojo.

Actualizado: 09/12/2019 03:02h.
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VIDAS EJEMPLARES.

Cómico, de no ser penoso.

Ruedas de prensa de estadista que evocan a Chico Marx.

Luis Ventoso.

Actualizado: 04/12/2019 23:52h.
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EL CONTRAPUNTO.

Puro teatro.

No es posible un pacto de Estado entre PSOE y PP porque Sánchez no quiere. Ya lo tiene cerrado con Podemos, ERC y Bildu.

Isabel San Sebastián.

Actualizado: 05/12/2019 00:09h.
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JUAN CARLOS GIRAUTA - LIBERALIDADES.

La diosecilla.

Tal vez se trata de la primera escuela científica que necesita valerse del miedo, de una profetisa adolescente.

Juan Carlos Girauta.

Actualizado: 03/12/2019 07:52h.
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UNA RAYA EN EL AGUA.

España evaporada.

Con el nuevo proyecto estatutario, el Estado tendrá que pedir permiso al nacionalismo para existir en el País Vasco.

Ignacio Camacho.

Actualizado: 01/12/2019 23:54h.
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VIDAS EJEMPLARES.

Éxitos de Sánchez.

Pensándolo un poco, a lo mejor va y resulta que no ha hecho nada.

Luis Ventoso.

Actualizado: 30/11/2019 23:48h.

Todos tendemos a considerarnos mejores de lo que somos. Y si tienes el ego pasado de revoluciones, el fenómeno se exacerba y puedes creerte Bob Dylan con el talento del DJ Paquirrín Rivera. A la hora de evaluar la gestión de Sánchez existen dos visiones. Una es la que tienen él, Bego y Adriana Lastra. La otra, la del resto del planeta. Sánchez se contempla en el espejo y ve a un providencial presidente progresista, que ha traído por fin la democracia a España desenterrando y volviendo a enterrar los huesos de Franco. Un mandatario que ha «recuperado derechos», ha subido las pensiones y el salario mínimo, ha atracado al Aquarius en Valencia y ha reabierto el «imprescindible diálogo» en Cataluña. Además es súper verde, súper feminista y súper apolíneo y gana todas las elecciones con victorias «históricas» (que lo hacen histórico rehén de comunistas y separatistas). Es el bastión que frena a «la ultraderecha» -que nunca ha tenido tantos votos como con él- y que sale a trotar con glamur atlético (mientras que el apolillado Mariano no pasaba de una marcheta tipo Imserso activo en Marina d’Or). Por último, ha regenerado la vida pública, acabando con la corrupción endémica del facineroso PP.

La otra forma de ver sus 18 meses es un pelín más pesimista. Sánchez, que desalojó a Rajoy por los chanchullos de dos alcaldes, ha perdido el habla desde la sentencia de los ERE y no ha dado acuse de recibo ante el hecho probado de que el PSOE guindó casi 700 millones de los parados. El regenerador incurrió en plagio en su tesis, y una vez destapado por ABC, trucó un test para intentar exculparse, según denunció la empresa alemana dueña del programa informático. Ha asaltado con descaro TVE y el CIS y mantiene a ministros con deslices que antaño consideraba de dimisión incendiaria.

En Cataluña, el diálogo va viento en popa: en octubre de 2017 hubo un levantamiento sedicioso y ahora estamos a las puertas de otro, con un Parlament que ya se toma a chufla las decisiones del TC y un presidente de la Generalitat que corta personalmente autopistas. Con Sánchez se han alcanzado niveles desconocidos de violencia callejera. Ha logrado aumentar el desorden en Cataluña y que suba el envite separatista en el País Vasco.

En economía, ha sido incapaz de aprobar unos Presupuestos e iniciaremos 2020 con los de Montoro, El Cid de la contabilidad pública, que sigue ganando batallas después de muerto. Con la subida del salario mínimo y su desdén hacia bancos y empresas, Sánchez ya está aumentando el paro. Con su populismo con las pensiones va camino de arruinar el sistema si no acomete reformas, según le advierten la OCDE, el Banco de España y la UE. En inmigración, se puso estupendo al llegar, provocó un efecto llamada... y ha acabado plagiando la política posibilista del viejo Mariano. En política exterior, manda al Rey a Cuba a cumplimentar a la dictadura y encabrona a Estados Unidos con desaires chuletas, provocando que nos suban los aranceles. Por último, el valor de su palabra es calderilla, o menos (véase el pacto con Podemos y la negociación con ERC). Pronóstico: va a hacer bueno a Zapatero.

Luis Ventoso.

Director Adjunto. ... (ver texto completo)
VIDAS EJEMPLARES.

La burra del diálogo.

Algún día nos explicarán de qué se puede dialogar con quien solo acepta la independencia.

Luis Ventoso.

Actualizado: 24/11/2019 00:15h.

Vamos con una parábola tipo Barrio Sésamo para intentar explicar una situación obvia, embarullada artificialmente por la empanada buenista del «progresismo». Imaginemos una bonita y agradable urbanización residencial de 17 chalés adosados. La propiedad está regida por una serie de normas generales, que obligan a todos los dueños de viviendas que allí habitan, pues las han aceptado al rubricar sus contratos. Una de las reglas estipula que el linde entre cada casa y su vecina se marcará mediante un seto de tuyas, que nunca superará el metro y medio de altura. Pero hete aquí que tras décadas de convivencia armónica, los dueños de uno de los chalés, precisamente el que ha sido primado por los promotores con las mejores calidades de la urbanización, deciden que nones, que ellos no quieren el seto vegetal común a todos, que su deseo emotivo es levantar un muro de hormigón de dos metros de alto que los aísle de los chalés vecinos. El administrador de la finca les explica que tal pretensión no es posible. Les ofrece que -como mucho y por ser ellos- podría permitirles que su cierre arbolado fuese un poquito más alto que el de los demás. Pero los del chalé VIP se empecinan en su muro de hormigón, alegando que son «diferentes» (léase superiores). Para imponer su «solución al conflicto», creado artificialmente por ellos, exigen al gestor de la propiedad «una mesa de diálogo», con un único punto de orden del día: «Reconocimiento de nuestro derecho a levantar un penco muro de hormigón de dos metros que nos separe de nuestros casposos vecinos». Lógicamente, el administrador les responderá que ahí no cabe diálogo, pues lo que le están presentando es un ultimátum para imponer algo que vulnera las normas generales.

Zapatero, personaje adornado con la singular habilidad de equivocarse casi siempre, explicó ayer que la solución ante el envite de la minoría separatista catalana es, por supuesto, «dialogar»: «La respuesta más democrática, y la más fiel a la idea de la unidad de la España democrática, es la del diálogo». La frase anterior ejemplifica uno de los problemas que enturbian hoy nuestra vida pública: se dan por buenos asertos contrarios a toda lógica. Dialogar con quien te exige como punto inexcusable para sentarse a la mesa «la autodeterminación», una figura que el derecho internacional no reconoce para casos como el español, es en realidad un absurdo conceptual. Sostener que dialogar con quienes solo aceptan la independencia supone una iniciativa «fiel a la unidad de España» es directamente una sandez. Lo que eufemísticamente llaman «diálogo» en realidad consiste en autorizar la autodeterminación. Y si la aceptas, lo que estás haciendo es fumarte la soberanía nacional, que reside en el conjunto del pueblo español, y dinamitar la unidad de España.

Ojalá me equivoque, pero se masca que habrá diálogo felón, mesa «de país a país» con los que vienen a por nosotros y nuevas sonrisas genuflexas ante xenófobos de lacito amarillo. Tras su patinazo electoral, a Sánchez le viene bien para aguantar en La Moncloa, y ahí empieza y concluye su sentido (o sinsentido) de Estado.

Luis Ventoso.

Director Adjunto. ... (ver texto completo)
EL CONTRAPUNTO.

«Desviar» fondos para el PSOE es robar.

Chaves y Griñán no son Robin Hood y Little John, sino dos altísimos dirigentes socialistas expertos en comprar votos.

Isabel San Sebastián.

Actualizado: 21/11/2019 00:19h.
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ENFOQUE.

¿Cosa de «tres o cuatro golfos»?

Defraudaron casi 700 millones.

Álvaro Martínez.

Actualizado: 20/11/2019 00:23h.

Pues no, parece que no era cosa de «tres o cuatro golfos», como dijo en su día Manuel Chaves para minimizar las dimensiones de tan gigantesco escándalo de corrupción, sino, por lo menos, de diecinueve golfos, si nos atenemos al primer significado que la Real Academia ofrece del término: deshonesto. Y entre los (al menos) diecinueve golfos está, según la Audiencia Provincial de Sevilla, el propio Chaves, santo y seña del socialismo en Andalucía durante casi dos décadas. ¿Qué han sido todas estas personas con el PSOE, qué puestos han ocupado? Tenemos de todo un poco: presidentes del partido, ministros del Gobierno de España, presidentes de la Junta de Andalucía, consejeros, viceconsejeros o directores generales, casi todos con carné del partido y principalísimos agentes del socialismo español, implicados en una trama que desfalcó casi 700 millones de euros, que sabe Dios en qué manos quedaron y que será casi imposible recuperar para la Administración. Nos quedamos en aquel colchón lleno de billetes del sindicalista Lanzas, el que tenía dinero «para asar una vaca», según su madre. Y nos quedamos en los fiestones con cocaína en los más rumbosos puticlubes de Sevilla. Es lo más jacarandoso de tan formidable desfalco, pero hay mucho más... Nos quedamos en las subvenciones irregulares a fondo perdido (nunca mejor dicho) a amigotes, familiares o empresas de confianza. Nos quedamos con todos esos trabajadores «fantasma» que eran incluidos de matute, porque sí y sin haber dado un palo al agua, en el ERE de esta o aquella empresa. Nos quedamos asimismo con los fondos que desde la administración autonómica se repartían en organismos que no tenían competencia para ello. Nos quedamos, claro, en cientos de ayudas dadas sin solicitud oficial ni reglada. Nos quedamos con que mientras funcionó ese sistema corrupto más de 9.000 empresas andaluzas presentaron expediente de regulación de empleo que afectaron a 120.829 trabajadores y que prácticamente ninguno de esos ERE fue bendecido por el chorreón de fondos que arbitrariamente repartía la Junta. Nos quedamos, en fin, helados, casi congelados, al conocer las dimensiones de un fraude masivo que le va a costar casi 70 años de cárcel al grupo delincuencial, al que también se inhabilita por espacio de más de dos siglos y medio para ejercer cualquier cargo público.

Era el dinero de los parados y aún estamos esperando que tras la sentencia alguien en el PSOE pida perdón a los andaluces.

Álvaro Martínez.

Redactor jefe. ... (ver texto completo)
UNA RAYA EN EL AGUA.

La vía chilena.

La violenta protesta de Chile deja una enseñanza inquietante: se puede cambiar una Constitución asaltando la calle.

Ignacio Camacho.

Actualizado: 17/11/2019 23:49h.
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Igualmente para ti, feliz tarde Paco, la verdad es que cada día me cuesta más, ya veremos que hago el próximo año, todo depende de lo que "depende", en fin, pasamos un tupido velo.

Un saludo.
Paco, ya ves como opinan los que no quieren ver la realidad, eso es solo una parte de lo que ha dicho el marqués de Galapagar, todo verídico pero esta gente no quiere ver la realidad, ¡una pena de esta izquierda-comunista.

Un saludo.
HORIZONTE.

El tafanario de Sánchez y el artículo 99.

Desde que se convirtió en presidente del Gobierno no ha parado de menoscabar a la Jefatura del Estado.

Ramón Pérez-Maura.

Actualizado: 12/11/2019 23:36h.
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Sobredosis de ego y todo a peor.

El cuento de la lechera de Tezanos y Redondo llevó a Sánchez a empeorar su resultado

Luis Ventoso.

Actualizado: 11/11/2019 17:20h.

Vamos con la resaca de unas elecciones que nada han arreglado y que lo han vuelto todo más difícil todavía:
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EL CONTRAPUNTO.

¡Sánchez, dimisión o destitución!

Sin el actual líder socialista sería planteable un gran acuerdo entre PSOE y PP.

Isabel San Sebastián.

Actualizado: 11/11/2019 00:03h.
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EL BURLADERO.

Tierra de fascistas.

Tantos años después, fascistas somos casi todos.

Carlos Herrera.

Actualizado: 08/11/2019 08:43h.

El detector de fascistas de la mayoría de los actores políticos españoles está seriamente averiado. O, quizá, no debidamente actualizado.

Ahora, metidos de cabeza y algo más en el siglo XXI, un número indeterminado de portavoces de la actualidad ha regresado a la terminología descriptiva de los años treinta del siglo pasado. No pocos politólogos e historiadores han teorizado sobre ello y de forma particularmente brillante, con lo que este humilde juntaletras no se va a meter en ese jardín, pero permítanme resaltar la fiereza con la que algunos han atisbado moradores del primer tercio del siglo anterior en los predios temporales de hogaño. A lo largo de mis nutridos años de cronista de la actualidad, jamás había constatado tanta abundancia de fascistas en la realidad social española: abundan fascistas en todos los órdenes sociales, en todas las corrientes de pensamiento, en muchas de las esferas intelectuales que animan el cotarro de la actualidad, en todos los órdenes profesionales y, no digamos, en la mayoría de núcleos periodísticos de quienes nos dedicamos a la comunicación. Diría que resulta particularmente difícil salvarse de la acusación de «fascista» si no dedicas todas tus horas a glosar los beneficios de las diferentes alternativas que luchan desaforadamente contra el «sistema» y cada una de sus terminales. Hubo un tiempo en que desde grupúsculos de una ultraizquierda tan minoritaria como conmovedora por su simpleza, éramos fascistas todos los que quedábamos a la derecha de Stalin, Trotski incluido; cosa que se comprendía a poco que te acercaras al minoritario espectro ideológico en el que se recogían hijos tontos de la extrema zurda. Pero ha llegado el siglo XXI, con todos sus progresos en todos los órdenes posibles, y los emisores de etiquetas se han desatado en una orgía de acusaciones de la que no se salva nadie. A poco que uno escuche a los vociferantes vomitivos de la izquierda menos racional o del independentismo más asilvestrado, España es un país lleno de fascistas.

En la Cataluña de hogaño, esa triste caricatura de lo que una vez fue un territorio de progreso y avance intelectual (tampoco sin exagerar y sin que parezca que el resto de España era un páramo desolado) es fascista cualquiera que no sea independentista visceral. Y en la política general española, la banalización del término ha hecho que se califique de fascista a cualquiera que no comulgue con las arcaicas propuestas ideológicas de ese comunismo siempre vivo que tan orgulloso se siente de sus hazañas tiránicas y miserables. Pero no solo eso. A los votantes de Vox -conozco a algunos y son personas de curso legal, sin exceso de ademanes vociferantes- se les considera y etiqueta como fascistas desde algunos editoriales de prensa cautiva y desde alocuciones del partido que previsiblemente va a resultar el más votado el próximo domingo. La conocida e intelectualmente poco lubricada portavoz socialista, Adriana Lastra, hablaba de «fascistas salidos de la cueva» refiriéndose a los votantes del partido de Santiago Abascal -una de sus candidatas, Nerea Alzola, era agredida ayer en tierras vascas-, y no pocas veces Pablo Iglesias y sus mariachis han decretado una «alerta antifascista» motivando una suerte de persecución violenta de sus representantes y simpatizantes. Curiosamente, ni Lastra ni Iglesias han dicho nada de los que ejercen la violencia fascistoide en las calles catalanas en días recientes, soldadesca de aquellas formaciones con las que han llegado a acuerdos y pactos a lo largo de estos meses.

Si los combatientes contra el fascismo -esparcido a lo largo del arco ideológico de derecha e izquierda- que consumieron sus energías en la primera mitad del siglo pasado, levantaran la cabeza, se llevarían la sorpresa de comprobar cómo, mediante la simplificación de los términos, se le ha quitado importancia a sus batallas. Tantos años después, fascistas somos casi todos. ... (ver texto completo)
UNA RAYA EN EL AGUA.

El eje quebrado.

El debate premió a los dos candidatos populistas porque se está rompiendo el eje moderado que vertebraba la política.

Ignacio Camacho.

Actualizado: 06/11/2019 08:17h.
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El voto de los tontos.

El debate fue una penosa constatación de que esta política es un espectáculo de baja calidad para un público adocenado.

Ignacio Camacho.

Actualizado: 05/11/2019 09:04h.

Hace tiempo que las campañas electorales en España parecen dirigidas a captar el voto de los tontos. No ya de los ingenuos que aún son capaces de creer en promesas, sino de los espíritus simples, de los forofos de mentalidad estrecha que eligen su papeleta en función de zascas dialécticos, consignas ... (ver texto completo)
VIDAS EJEMPLARES.

El enfado de Aitor.

Acostumbrado a criticar sin réplica se indignó al recibir una.

Luis Ventoso.

Actualizado: 04/11/2019 00:06h.

Afalta de la liza de esta noche entre los grandes gladiadores, el debate televisivo de los portavoces parlamentarios tuvo más miga de la prevista. Nos mostró a una Adriana Lastra huera, incapaz de concretar siquiera cuántas naciones hay en la «nación de naciones», ese círculo cuadrado que el nacionalista Iceta le ha endosado a Sánchez. Asistimos a los límites de Cayetana, que estuvo cayetanísima (léase peleona), pero se quedó muda a la hora de replicar al dato cierto que esgrimió Espinosa sobre que durante la etapa de Rajoy se disparó la deuda pública y se laminó la hucha de las pensiones (lo cuál fue inevitable, porque el país estaba en quiebra y hubo que endeudarse, pero la representante del PP no supo o no quiso explicarlo). Rufián siempre evoca a un makoki de suburbio salido de alguna tonada barcelonesa de Loquillo, y se pavoneó como tal, aunque esta vez haciendo pucheritos zen de apelación a un diálogo que es solo un «trágala». Arrimadas, segura y en su línea, paga el peaje del desgaste de Ciudadanos, porque el mantra de que el naranjismo supone una esperanza prístina frente al rancio bipartidismo empieza a resultar un recurso manido. Aitor Esteban, el hombre del PNV, se mostró profesoral e intentando aportar un tono sereno en medio de un correcalles (hasta que finalmente él mismo perdió la calma, como veremos). Espinosa de los Monteros defendió con eficacia y sin aspavientos su credo simple -en Vox todo se arregla con medidas drásticas sin matices y cepillándose las autonomías- y tal vez ganó el debate.

Aitor Esteban Bravo, de 57 años, de madre soriana y padre vizcaíno, es un hombre bien formado, que imparte clases de Derecho en la excelente Universidad de Deusto. Milita desde la noche de los tiempos en el PNV, donde ha sido un poco de todo. Su tono es sosegado y su porte, de ejecutivo clásico de traje azul y corbata oscura. ¿Su discurso? El habitual de su partido: autoelogios sobre lo bien que gestionan su tierra (lo cual es cierto, aunque jamás reconocen la enorme ventaja del cupo); y un nacionalismo más moderado que el catalán, sin ensoñaciones de ruptura unilateral, pero con un énfasis constante a una supuesta diferencia que les impide sentirse «cómodos en España», a la que siempre aluden con soniquete despectivo. Hacia el final del debate, Aitor tachó a Vox de «franquista» y «fascista», epítetos muy gruesos. En realidad falaces, pues Vox no es ninguna de las dos cosas, sino un partido de derecha dura y dialéctica populista, pero que respeta la democracia. Como réplica, Espinosa le recordó las tendencias racistas, machistas y xenófobas de Sabino Arana, el fundador del PNV, intentando leerle algunas citas que así lo acreditan. Esteban, que había insultado al otro sin despeinarse, dando por sentado que el nacionalismo tiene bula para faltar a los demás, se quedó helado cuando Espinosa le dio réplica esgrimiendo los grandes éxitos de Sabino. Acabado el debate, el de Vox se acercó a darle la mano en un gesto elemental de cortesía y Esteban se la rechazó iracundo. Habría mucho que debatir sobre quiénes son los intolerantes...

Luis Ventoso.

Director Adjunto. ... (ver texto completo)
ENFOQUE.

Nosotros y la verdad.

Sabotajes en el transporte y la Universidad.

Salvador Sostres.

Actualizado: 29/10/2019 23:59h.
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EN PRIMERA FILA.

Antes de ir a votar.

Los españoles tienen derecho a saber cuál es el sablazo que les dará el PSOE al año que viene para ajustar el déficit.

Ana I. Sánchez.

Actualizado: 28/10/2019 23:53h.
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VIDAS EJEMPLARES.

Franco.

En efecto, estamos viviendo unas jornadas históricas.

Luis Ventoso.

Actualizado: 23/10/2019 23:38h.

Probablemente estamos viviendo unos días que en el futuro serán contemplados como históricos. Lo que está sucediendo es muy importante, porque marcará en el futuro un cambio reseñable en las vidas de las generaciones venideras.

Hace siete días, un equipo de investigadores liderado por el español Juan Carlos Izpisúa anunció la creación de embriones sintéticos a partir de células de ratón, un avance que permitirá profundizar en el conocimiento del origen de la vida. Este lunes, científicos del Instituto Broad de Cambridge (EE. UU.) presentaron una nueva técnica mucho más precisa de edición de ADN, que hará posible corregir el 89% de variantes genéticas humanas asociadas a enfermedades. Un revolución que evitará muchas dolencias. Pero que también abre una perspectiva inquietante, pues en un futuro se podrían hacer modificaciones eugenésicas de pesadilla. Por primera vez los más pudientes podrían lograr que los embriones de sus hijos fuesen modificados para ser superiores a los de los menos favorecidos, rompiéndose así la lotería de la cuna que igualaba a las personas. Un debate moral de enorme trascendencia, porque lo que es posible en un laboratorio al final siempre acaba haciéndose, por muchas barreras éticas honorables y preventivas que se establezcan.

Ayer llegó otro hito, esta vez tecnológico. Google, el gigante monopolístico, no solo hace nuestra vida más sencilla y se lucra a costa de nuestra intimidad (y de los contenidos de los periódicos por los que no paga). Además es un inmenso laboratorio de investigación, la punta de lanza en la Inteligencia Artificial. Pues bien, ayer anunció a través de la revista científica «Nature» que uno de sus ordenadores, el llamado «Sycamore», ha alcanzado la llamada «supremacía cuántica», el momento en el que los ordenadores cuánticos superan a los binarios convencionales. Ya no funcionan con la dicotomía 1-0, sino con ambos bit a un tiempo, lo que abre una nueva era en la computación. Según Google, su máquina logró completar en 3 minutos y 20 segundos una operación para la que un ordenador convencional necesitaría 10.000 años. IBM lo refuta y dice que sus ordenadores clásicos podrían hacerlo en dos días y medio. Incluso si esa réplica fuese cierta, el salto de velocidad de cálculo de «Sycamore» seguiría siendo asombroso. Falta todavía mucho trabajo de ingeniería informática para que los ordenadores cuánticos sean prácticos, pues hoy resultan muy frágiles y fallones. Pero cuando en unos años se conviertan en una herramienta operativa se da por descontado que revolucionarán la medicina, los cultivos, las baterías energéticas e incluso -ay- los arsenales bélicos (hasta límites pavorosos).

(P. D.: En España hoy solo se hablará de que el Gobierno socialista ha convertido en un acto de propaganda y un espectáculo mediático -22 cámaras en el Valle de los Caídos- el desentierro y cambio de tumba de un dictador muerto hace 43 años y que nada importaba ya a la sociedad actual. Francamente, no me interesa nada. Es más, me parece profundamente rancio).

Luis Ventoso.

Director Adjunto. ... (ver texto completo)
VIVIMOS COMO SUIZOS.

La voz humana.

Al lado del vídeo de Torra, los teatrillos que María Teresa Campos hacía en su programa eran «Seis personajesen busca de autor»

Rosa Belmonte.

Actualizado: 21/10/2019 23:44h.

Me imaginaba a Quim Torra como Anna Magnani en «La voz humana» de Rossellini esperando la llamada telefónica de Sánchez. Aunque no sea su amante. Vale, más que del personaje de Magnani en esa película de historias cortas llamada «El amor», Torra esté más cerca del cerebro echado a perder de la madre de Tony Soprano. Pero ha sido enseñar ese vídeo donde teatraliza la espera de la llamada y pasar de inmediato mi cabeza de Jean Cocteau a Armando Iannucci. A «The thick of it» o a «Veep». A una cosa ridícula. A una comedia. Aunque quede más cerca «Polònia». Además, la autochufla se emitió en TV3, que hay que tener narices. Mira que me había reído con el autovídeo de Albert Rivera (antes de querer ser presidente para meter a la gente en la cárcel), pero lo de Torra supera cualquier falta de pudor. Al lado del vídeo de Torra, los teatrillos que María Teresa Campos hacía en su programa con Paco Valladares y Rociíto eran «Seis personajes en busca de autor».

Tronchante (si no fuera trágica) la reacción de Torra en su despacho ante la entrada de un miembro de su equipo que le dice que «no se pueden poner, de momento». « ¿Que no se pueden poner?». «No». «Es increíble». «Igual tienen cosas más importantes». « ¡Qué cojones!». Y sigue muy enfadado. «En días así y no se ponen al teléfono». Acabáramos. 30 segundos de hilaridad. En la vida real, Torra se ha quejado de que Pedro Sánchez se «esconda» tras Miquel Iceta. Hombre. Eso es difícil, tan difícil como que Torra pueda dar imagen de estadista, ni siquiera de provincialista. A su lado hasta Pep Guardiola (un nombre tanteado, o tonteado, por la mente de Artur Mas para ser presidente) parece De Gaulle. O no. De Gol. Yo qué sé. En ese mundo catalán que es cascada de colores, como el mundo mágico de Disney, un futbolista activista no es más descabellado que lo que tienen al frente de las instituciones. Que en Cataluña cuando parecía que Puigdemont era lo peor, llegó Torra. Y como en «La parábola del náufrago» de Delibes, sabemos que siempre se puede estar peor.

Revilla, ese otro estadista con ansias de ser la señora Danvers (pones la tele y ahí está, como Judith Anderson estaba cada vez que Joan Fontaine se daba la vuelta), sí ha hablado con Sánchez. Le pregunta Cristina Pardo: « ¿Usted ha podido hablar con Pedro Sánchez». «Sí». « ¿Y está preocupado?». «Sí, está preocupado». Y añade: «Lo de Cataluña puede dar un vuelo inesperado en las elecciones». Amárrame los pavos con la preocupación. Aunque no nos extrañe. Tampoco que de Cristina Pardo, en el mismo programa, saliera esta frase sobre el estado feliz de las cosas en un momento determinado: «Los manifestantes lanzando basura de manera pacífica por encima de las vallas. De momento está todo tranquilo». Vale, es verdad que si llevaran motosierras y la cara cubierta de cuero recosido sería menos tranquilo. O si llevaran el lanzallamas de Leonardo DiCaprio. Pero, vaya, que lanzar basura, aunque sea menos grave, no parece muy normal y tranquilo. Como diría el Sheik Ilderim de «Ben-Hur» (el dueño del carro y los caballos con los que Judah compite en la carrera), «Un sólo Dios se entiende, ¿pero una sola mujer? Eso no es sabio. Ni generoso». ¿Unas bolsas de basura? Eso no es limpio ni normal ni de gente civilizada. Claro, luego tienen que quemar los contenedores porque ¿para qué los quieren?

Quim Torra podía aprender de Tallulah Bankhead, que sirve para todos los que viven en burbujas sin pensar en los demás. Tallulah se arrodillaba cada noche de teatro y rezaba: «Querido Dios, no dejes que haga el ridículo».

Rosa Belmonte.

Articulista de Opinión. ... (ver texto completo)
EN PRIMERA FILA.

Héroes.

Los policías que arriesgan su vida en Cataluña agradecerían la toma de medidas más que la visita de Pedro Sánchez.

Ana I. Sánchez.

Actualizado: 21/10/2019 23:52h.
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ENFOQUE.

Los vaivenes del «racista» y el doctor.

Sánchez no quiere hablar con Torra.

Álvaro Martínez.

Actualizado: 20/10/2019 23:37h.
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EL ÁNGULO OSCURO.

Antisistemas sistémicos.

Entre los vándalos de Barcelona no hay sólo jóvenes indepes frustrados, sino también profesionales de la destrucción.

Juan Manuel de Prada.

Actualizado: 20/10/2019 23:45h.
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ENFOQUE.

Falta Otegui en las barricadas.

Torra, en el piquete coactivo.

Álvaro Martínez.

Actualizado: 16/10/2019 23:59h.

El presidente de una comunidad autónoma, tercera autoridad del Estado en ese territorio, cortando una autovía en insurrecta desobediencia. A su lado y como ejemplo de lo que le espera, Ibarretxe, el sujeto político que trató de meter al Estado en el mismo problema años atrás, hoy reciclado en próspero conferenciante por medio mundo (a tanto la pieza) a cuenta de su estrepitoso fracaso, que de algo hay que vivir. A su vera, por tanto, Ibarretxe, pero bien podría ir junto al «president» el miembro de la célula terrorista del CDR que andaba con los explosivos y que declaró que Torra estaba al tanto de las actividades del «comando», que incluían el asalto al Parlament y otras acciones violentas como respuesta a la decisión del Tribunal Supremo. Porque si este elemento no puede ir escoltando a Torra es solo porque el juez le envió a la cárcel junto a otro seis compinches por delitos relacionados con el terrorismo. Para compensar esta triste ausencia, quizá en breve veamos a Arnaldo Otegui en una de esas movilizaciones tan pacíficas que terminan con centenares de heridos, lanzamiento masivo de piedras y lo que se tenga a mano contra los Mossos y la Policía, con las calles sembradas de barricadas de fuego y ya de paso, quema de comercios y apaleamiento de los ciudadanos que, en una eterna espera a los bomberos que no llegan, tratan de apagar el fuego que los amenaza. Con Otegui hablamos de una auténtica autoridad en materia de violencia, probada en varias sentencias judiciales que le han llevado a la cárcel por secuestrar o intentar reconstruir una ETA moribunda que, para entonces, había asesinado a casi 900 personas. Un tipo que en una algarada sabe de lo que habla. Encaja como un guante en el movimiento.

Copiando el discurso de Torra, la muy indignada grey «indepe» lloriquea estos días porque «a Junqueras le han caído 13 años de cárcel por votar; a Forcadell, 11 por permitir un debate en el Parlament, y a los Jordis, 9 por convocar una manifestación». Así andan las cabezas... Más de uno les ha recordado a quienes resumen la sentencia del «procés» con ese simplismo bobalicón que es como decir que a Tejero le cayeron 30 años por estropear la escayola del techo del Congreso. Ya saben, lo del tonto, el dedo y la Luna. Lo de siempre.

Álvaro Martínez.

Redactor jefe. ... (ver texto completo)
EN PRIMERA FILA.

Que corran a Estrasburgo.

El Supremo ha sido tan pulcro que la Corte Europea no podrá decir sino que Junqueras y su cuadrilla están bien condenados.

Ana I. Sánchez.

Actualizado:

14/10/2019 23:50h.

Decía Winston Churchill que un pesimista encuentra la dificultad en cada oportunidad, pero que un optimista ve la oportunidad en cada dificultad. La sentencia del procés, tal y como ha sido redactada por el Supremo, enfrenta la posibilidad de que se incumpla al no establecer ningún plazo mínimo de condena pese a estar en manos de la Generalitat catalana. En un estado de Derecho es evidente que la Justicia tiene que hacer cumplir sus sentencias y ésa es la dificultad de este caso. Pero ese mismo redactado encierra también la clave para cortocircuitar la internacionalización que busca el independentismo. Y esa es la gran oportunidad que brinda el fallo.

La amenaza de que los sediciosos acudieran al Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha estado presente desde el primer día del juicio. De hecho, nadie entendería que no lo hicieran ya que vienen denunciado la vulneración de sus derechos con persistencia. Tendrán que pasar, eso sí, por el Tribunal Constitucional primero. Pero con el texto de la sentencia en la mano pueden ir haciendo el pino a Estrasburgo si quieren porque difícilmente la Corte Europea va a estimar su recurso. Manuel Marchena y los otros seis magistrados se han cuidado muy mucho de no dejar resquicios a esta vía a lo largo de una sentencia que no se podría haber redactado de manera más pulcra con el Código Penal delante. Así que en lugar de un varapalo lo más probable es que la democracia española se anote el éxito de que un tribunal internacional sentencie que Oriol Junqueras y su cuadrilla están bien condenados. Y eso quizás no sería posible con una sentencia que hubiera ido más lejos. Recibir un fallo de Estrasburgo contrario a los intereses independentistas sería muy importante para España porque abortaría la campaña de internacionalización lanzada por el independentismo. A ver qué argumentarían, por ejemplo, aquellos 52 diputados galos preocupados por la vulneración de los derechos fundamentales en España. Sin la baza del apoyo exterior, el secesionismo sabe que la unilateralidad es vía muerta.

Hay otras consecuencias políticas de una sentencia que, como ya sabíamos, no gusta a todo el mundo. Oriol Junqueras y Jordi Cuixart llamaron ayer a la «reincidencia». Permítanme una sonrisa jocosa. ¿Están diciendo que cuando salgan de la cárcel organizarán otro procés unilateral? Con lo que han gimoteado por estar en prisión no hay quién se lo crea. ¿Están llamando acaso a Joaquim Torra, Roger Torrent o Gabriel Rufián a seguir sus pasos? Silbarán y mirarán hacia otro lado porque no están dispuestos a acabar en Lledoners, por muchos privilegios que haya conseguido Junqueras, que ayer, móvil en mano, telefoneaba a sus amigos desde la cárcel y cerraba visitas para hoy. Dos concesiones negadas a los presos comunes.

Una vez que la unilateralidad se ha convertido en sinónimo de prisión, faltarán los voluntarios que quieran pasar una temporada en la cárcel. La prueba es que con todos sus cacareos y palabrerías, ni Torra ni Torrent se han atrevido a hacer nada que pueda meterles entre rejas. Llaman a apretar y movilizarse pero que sean otros los que corten las carreteras. Da igual que la condena haya sido de 13 años o que hubiera sido 18: viven muy bien de la política y ninguno quiere perder ese tren ni siquiera por un día. Verborreas aparte, son conscientes de que no les queda otra que reconectar independentismo y legalidad... después, eso sí, de una época de algaradas.

Ana I. Sánchez.

Corresponsal. ... (ver texto completo)
Mucho más perturba ella y nos tenemos que aguantar.

OKDIARIO07/09/2019.00:10.

A la vicepresidenta del Parlamento balear, la muy podemita Gloria de Santiago, le "perturba" la imagen del Rey en su despacho y para dejar constancia gráfica de su "perturbación" ha realizado un vídeo casero para inmortalizar el momento. El malestar que a la dirigente de Podemos le provoca el retrato de Felipe VI no es nada comparado con la "perturbación" que su comportamiento provoca a la inmensa mayoría de los españoles, ... (ver texto completo)
Satán y la diputada.

¿Pueden Iglesias y Montero cuestionar el derecho de sus amos a tratarlos como siervos?

Gabriel Albiac.

Actualizado:

05/09/2019 00:02h.

No, negarse a estrechar la mano de las diputadas españolas no fue, por parte de la delegación iraní anteayer, un gesto de desprecio hacia seres inferiores. Fue barrera profiláctica: la mano femenina contagia. Porque el cuerpo de la mujer es el de un animal contaminado, que sólo la omnipotencia de Alá puede lavar para exclusivo disfrute del esposo. Sin eso, la mancha que su animalidad imprime al creyente es indeleble. Es la marca del diablo, que la Sunna codifica: «Un hombre, una mujer y Satán en medio de los dos».

Nadie tiene derecho a fingirse sorprendido. El islam será muchas cosas; desagradables algunas. Pero no es ambiguo. Y la condición de la mujer, que tanto el Corán como la Sunna fijan, no es la de una más o menos despreciable inferioridad de género, por hablar con los tópicos occidentales. No es inferioridad; es impureza. Y emponzoña.

Una política española puede comparecer ante las autoridades vaticanas con una porción generosa de su anatomía al descubierto. Podrá juzgarse más o menos inelegante, pero nada sucede digno de ser reseñado. Cualquiera de los venerables varones musulmanes que visitaron anteayer el parlamento español hubiera, por el contrario, quedado espiritualmente corrompido por el apretón de manos de la más recatada de nuestras parlamentarias. No era un capricho ocioso lo que estaba en juego. Era la salvación eterna y el paraíso con su cupo de huríes, al que sólo la varonil pureza da derecho pleno.

La doctrina coránica sobre la mujer admite pocas dudas. Corán, sura 33, versículo 59: « ¡Oh, profeta, di a tus esposas, a tus hijas, a las mujeres de los creyentes, que echen sobre ellas grandes velos; son el medio seguro para que sean reconocidas y para huir de toda ofensa». Corán, sura 4, versículo 34: «Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres, en virtud de la preferencia que Dios les ha concedido sobre ellas… Las mujeres virtuosas son piadosas: preservan en secreto lo que Dios preserva. Amonestadlas si teméis su infidelidad, encerradlas en habitaciones separadas y golpeadlas».

Nadie tiene por qué inmiscuirse en las creencias ajenas. Por ridículas que nos parezcan. Por ofensivas o bárbaras que efectivamente sean. Y nadie -absolutamente nadie- tiene derecho tampoco a imponer sus ridículas, u ofensivas, o bárbaras creencias a quienes no están por ley divina y humana sometidos -ni sometidas, sobre todo- a ellas. Es un aporético dilema que la diplomacia internacional da por resuelto desde hace muchísimo tiempo. Mediante la aplicación de una convención sencilla: en los casos de conflicto de protocolos, prima el del país visitado; y a él se han de ajustar automáticamente las liturgias de los diplomáticos visitantes.

Si la comparecencia es en Teherán, las viajeras, por alto que sea su rango, habrán de conformarse a las normas que se les impongan allí; o bien, quedarse en casa y evitar el sofocón. Si es en Madrid, los visitantes, por alto que sea su rango, habrán de contaminarse con las perversas prácticas igualitarias de estos lares; o bien, quedarse en las purezas musulmanas de sus hogares y salvar su alma. Que cada cual elija.

Si es que puede elegir, por supuesto. Porque en el parlamento de la carrera de San Jerónimo hay un par de casos bastante peculiares. Dos cónyuges que, además del sueldo de diputado, cobran salario de la televisión iraní, a cuyo servicio trabajan. ¿Pueden Iglesias y Montero cuestionar el derecho de sus amos a tratarlos como siervos? Eso es sólo cosa suya. Pero nada sale gratis.

Gabriel Albiac.

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El triunfo de la mentira.

«Pero ¿cómo se puede gobernar desde la mentira? ¿Cómo se puede decir una cosa y hacer la contraria, como están haciendo tantos gobiernos, el nuestro entre ellos, sin que la gente se indigne? ¿Es que todos estamos envueltos en esa gran conspiración? No me atrevería a decir tanto, pero que algo hay de ello, seguro»

José María Carrascal.

Actualizado:

03/09/2019 02:43h.

¿Qué fue de la exhumación de Franco? ¿Qué se hizo de la convocatoria de elecciones tras la censura a Rajoy? ¿Dónde está el gobierno progresista con Podemos? Los ministros y bandas de música en el recibimiento de los inmigrantes del Aquarius, ¿fueron verduras de las eras?

Podrían hacerse unas coplas, no tan bellas como las de Manrique a la muerte de su padre, pero sí tan ciertas, a la muerte de la verdad en la política, con el agravante de alevosía, pues se ha bautizado la mentira con el nombre de posverdad, invento de Gramsci, que revolucionó el marxismo al sostener que la revolución debe empezar por el idioma, el leninismo lo llevó a la práctica con la consigna «una mentira repetida un millón de veces se convierte en verdad» y Ernesto Laclau lo predicó con éxito en España. Fue como la Unión Soviética se convirtió en paraíso del proletariado, el castrismo, en bandera del progreso y el sandinismo, en faro de las libertades. Y como la inmensa mayoría de la intelectualidad europea sucumbió a tal falacia, cerrando los ojos a la realidad, única forma de mantenerse en la mentira.

Creímos que el desplome del muro berlinés y el descubrimiento de la miseria que ocultaba, junto a la violación de todo tipo de derechos humanos, bastaban para acabar con tal patraña, pero estamos comprobando que no es así, que en pleno siglo XXI sigue habiendo vendedores de paraísos y apóstoles de la utopía, no en los países donde gobiernan desde luego, porque se encargan de impedir que sus súbditos, que saben lo que ofrecen o, más exactamente, lo que no ofrecen, se rebelen, sino en las democracias, donde hay todavía quien les escucha y apoya. ¿Es que los humanos, junto a cualidades magníficas que nos han llevado a dominar la naturaleza y explorar desde el interior del átomo hasta el universo más allá de nuestra galaxia, tenemos también un impulso negativo que nos lleva a la destrucción de lo que más amamos, es decir, de nosotros mismos, como han cantado tantas veces los poetas y han propiciado a menudo políticos y científicos? Es hora de que la última generación, tan hábil en informática, tan audaz en experimentos, investigue si existe un gen del suicidio. Los historiadores lo han intentado, buscando por qué perecen unas civilizaciones y otras sobreviven. Pero la historia es un instrumento demasiado rudo (o demasiado manipulable) para descubrir un fenómeno tan complejo.

Lo innegable es que estamos en otra era, con nuevos problemas, que intentamos resolver con viejas fórmulas, lo que nos devuelve a situaciones anteriores (son significativos los paralelismos que se hacen con la República de Weimar alemana y la II República española), que sólo pueden servir como «ejemplos negativos», para evitar que se repitan, no como solución de los problemas actuales, al ser las circunstancias completamente distintas. Si es verdad que «el que no tiene en cuenta la historia está condenada a repetirla», no menos lo es que «la historia se repite, primero como tragedia, luego como comedia». Aunque también ocurre a la inversa: primero como comedia, luego como tragedia, piensen en el Napoleón emperador y en el de Santa Elena.

Que el mundo, y Europa especialmente, no son los de 1919, salta a la vista. Ni los de los años treinta del siglo pasado. La globalización ha convertido los problemas locales en mundiales y la informática ha acelerado la historia a la velocidad de la luz. Pero los problemas siguen siendo los mismos, sólo que multiplicados. Las invasiones bárbaras ya no son a caballo con la espada desenvainada, sino en cayucos con las manos en alto. El temor a perder la identidad ha resucitado un racismo distinto en las formas, pero igual en el fondo y la carrera armamentística sólo ha cambiado a peor: las últimas armas son mucho más letales que las anteriores. Sabiendo todos que otra guerra mundial acabaría con buena parte de la vida en el planeta. Mientras los intentos de lograr un gobierno no ya mundial, sino uno europeo, americano, asiático, y no digamos africano, son más inútiles que nunca. Junto al racismo han resurgido el nacionalismo y el populismo, causantes de la inmensa mayoría de las guerras y de las crisis económicas. Mientras retroceden la democracia y el liberalismo. Junto a ello resurge la añoranza de los «hombres fuertes». ¿Está todo ello relacionado? Posiblemente. El miedo es otro de los grandes motores no sólo de la conducta humana sino también de la historia. A veces, para bien, la mayoría, para mal.

Junto al miedo, irrumpe el individualismo, con niveles de paroxismo narcisista, (ahí tienen los selfies), causando verdaderos estragos, al distanciarnos unos de otros. La formación de sociedades cada vez mayores en busca de progreso -familia, tribu, nación, Estado, comunidad internacional- se ha revertido. En vez de hacia la ciudadanía del mundo, retrocedemos hacia la aldea. Por este camino pronto buscaremos refugio en la comunidad de vecinos.

Pero lo más grave es el deterioro de unos valores que se creían inmutables. El de la verdad a la cabeza. El refranero, ese resumen de la sabiduría popular, está lleno de advertencias al respecto, empezando por «la mentira tiene las patas muy cortas». Hoy, la mentira está a la orden del día, desde el Boletín Oficial al certificado de los productos. Oscar Wilde escribió un entremés delicioso, como todos los suyos y tan equívoco como el que más, titulado, «La decadencia de la mentira» donde demostraba justo lo contrario: que la mentira empezaba a inundarlo todo, de ahí que hasta «la naturaleza imite al arte». Mientras Camba escribía: «Los concejales mienten como el buey muge y la gallina cacarea». Hoy escribiría: «Los políticos mienten por obligación. Se lo piden sus electores».

Pero ¿cómo se puede gobernar desde la mentira? ¿Cómo se puede decir una cosa y hacer la contraria, como están haciendo tantos gobiernos, el nuestro entre ellos, sin que la gente se indigne? ¿Es que todos estamos envueltos en esa gran conspiración? No me atrevería a decir tanto, pero que algo hay de ello, seguro. ¿Acaso los británicos no se creyeron que saliendo de Europa iban a vivir mejor? ¿Por qué los argentinos siguen creyendo en el peronismo? ¿Es que los españoles nos creemos que las 300 medidas que Pedro Sánchez anuncia para ser reelegido va a cumplirlas? Imagino que algunos le creerán. Serán seguramente quienes esperan sacar provecho de ellas. Quien parece no creerle es Pablo Iglesias, que le exige participar en su gobierno para investirlo. Pero la desconfianza es mutua. La frase más sonora del debate sobre el Open Arms la lanzó como una pedrada el portavoz socialista Rafael Simancas a los podemitas: «Ustedes no son de fiar». «Y ustedes, menos» les responden a diario los morados. La verdad se ha licuado en la política como en los platos de la cocina moderna y el pensamiento se ha gasificado tras el meneo que le han dado neomarxistas y marrulleros.

¿Cómo va a acabar todo esto? Pues no bien. El famoso dicho «puedes engañar a uno una vez...» tiene la apostilla «pero no a la realidad». La realidad acaba siempre por imponerse sobre la impostura, hoy mal llamada posverdad. ... (ver texto completo)
Sumandos.

La reagrupación del centro-derecha sólo llegará, aunque tarde, desde abajo. La harán los votantes a fuerza de fracasos.

Ignacio Camacho.

Actualizado:

02/09/2019 02:35h.

España Suma, el proyecto de coalición electoral del centro-derecha que propone el PP, es una idea sensata y útil con un defecto importante: que por el momento resulta inviable. No sólo porque no esté madura sino porque una porción significativa de ese espectro politico-ideológico no parece dispuesta a integrarse en una alianza que contradice sus líneas estratégicas actuales. La prioridad esencial de Ciudadanos consiste en superar a los populares y no va a renunciar a esa aspiración mientras la considere a su alcance. En el mismo PP tampoco existe un consenso unánime, y es difícil que Vox renuncie tan pronto a medir en solitario sus propias posibilidades. El recorrido de la operación, pues, se ciñe apenas a la eventual incorporación, como en Navarra, de algunas pequeñas fuerzas regionales, y eso en el supuesto, aún por contrastar, de que la repetición electoral vaya a celebrarse. Objetivamente se trata de una propuesta interesante: la agregación de conservadores, centristas y liberales podría alcanzar una masa crítica cercana a la mayoría necesaria para desalojar a Pedro Sánchez. Pero requiere un período de sazón, algunos ensayos parciales y un liderazgo claro que todavía a Casado no le reconoce casi nadie. Quizá se necesite una legislatura de rodaje... u otra derrota que convenza a los votantes de que una derecha fragmentada no va a llegar a ninguna parte.

En realidad, a los tres partidos se les nota -acaso al Popular algo menos- que en el fondo desean que la izquierda acabe por formar Gobierno. Rivera está ansioso de sacudirse la presión para que impida el acceso al poder de Podemos, y Abascal espera que el mandato frentepopulista le dé oportunidades de lucimiento. A Casado también le convendría un cierto margen de consolidación, para la que hasta ahora no ha tenido tiempo. En ese sentido, el de España Suma es un movimiento que le permite dar la imagen de encabezar un sector política aunque no socialmente disperso; el mensaje subliminal es que el PP sigue siendo el motor -el núcleo irradiador, que diría Errejón- de ese segmento mientras dure la travesía del desierto. Se trata de mantener la iniciativa, de dominar el relato o como se le diga a eso: de presentarse ante la opinión pública como primer referente interno del amplio bloque que abarca desde el conservadurismo radical al centro. Ganar, lo que se dice ganar, es otro proceso que tal vez hoy quede bastante lejos.

A lo más que podría llegar el invento, si hubiese comicios en otoño, sería a las candidaturas únicas para el Senado, que no estaría mal como primer paso. La convergencia completa, si alguna vez se produce, no va a venir desde arriba sino de abajo: la tendrán que hacer los electores por su cuenta, concentrando el sufragio en una decantación natural por convicción, por necesidad o por hartazgo. Y para eso antes se tendrán que cansar de recolectar fracasos.

Ignacio Camacho.

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CON PERMISO.

Del «baby boom» a «abuelo boom»

La reforma no deben sufrirla con todo su peso aquellos que han sostenido las pensiones durante generaciones.

María Jesús Pérez.

Actualizado:
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O sí, quien sabe.......................... ...
Federico Jiménez Losantos.

Ni "migrantes" ni "náufragos": inmigrantes ilegales traídos por negreros.

Dicen los clásicos orientales, más clásicos por más antiguos, que el que nombra una cosa, la crea para poseerla. Ahora, que hasta el concejal más lerdo habla de "relato", como si nunca hubiera existido "propaganda", son los medios de comunicación, el eslabón más débil de la inteligencia occidental, los que bautizan o rebautizan las cosas como si hasta entonces no existieran o no las hubiera ... (ver texto completo)
«La chica del 17» y la banda del lazo.

Álvaro Martínez.

Actualizado:

19/08/2019 23:49h.

La autodenominada Asamblea Nacional Catalana ha emprendido una campaña publicitaria para desprestigiar a España. Es la enésima. De aquí a la Diada septembrina de este año, y de cara a la sentencia del Tribunal Supremo a los golpistas del «procés», va a intentar la ANC inundar Europa de carteles y pasquines hablando mal de España y diciendo mentiras, su gran especialidad, como que la autodeterminación ... (ver texto completo)
VIDAS EJEMPLARES.

Pollos sin cabeza.

La principal estrategia es la improvisación marketiniana.

Luis Ventoso.

Actualizado:

18/08/2019 23:47h.

Los futboleros recordarán a John Benjamin Toshack, bon vivant amigo del golf que entrenó a la Real, el Madrid y el Dépor. El galés, de 70 años, aún anda dando tumbos por los banquillos, últimamente en un remoto equipo iraní. Como tantos cantamañanas inteligentes, Toshack tenía su coña. Con su español macarrónico resultaba una mina dando titulares. Un día explicó así sus dudas sobre la alineación: «Los lunes siempre pienso en cambiar a diez. Los martes, a siete u ocho. Los jueves, a cuatro. El viernes, a dos. Y el sábado ya pienso que deben jugar los mismos cabrones». Le gustaban los futbolistas resolutivos: «Un delantero sin gol es como un pub sin cerveza». Y cuando los suyos se dispersaban les arreaba duro: «Mis jugadores se han comportado como pollos sin cabeza».

Sirva lo de los pollos sin cabeza para resumir la errática estrategia de Sánchez ante el complejísimo problema migratorio. El 17 de junio del año pasado, solo quince días después de haber sido investido sin haber ganado las elecciones, organizó con máxima trompetería la llegada a Valencia de los 629 inmigrantes del Aquarius. «Es nuestra obligación ofrecer a esas 600 personas un puerto seguro. Cumplimos con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias», alardeó. La decisión fue saludada por los medios afectos como una gran lección progresista al desalmado Gobierno anterior y a una Europa sin entrañas. Seiscientos periodistas de 138 medios en el puerto. Hasta allá viajaron dos ministros y la vicepresidenta Calvo, que coordinó un dispositivo de 2.300 personas, con mil voluntarios de Cruz Roja, 356 policías nacionales, cien guardias civiles, 450 traductores, 150 sanitarios (y el Padre Ángel, por supuesto). Este periódico se atrevió a advertir de un posible «efecto llamada» y recibió los vituperios del «establishment» buenista. Pero así fue, y Sánchez hubo de plegarse a la realidad y mudar su estrategia.

Olvidando la tradición de elegir Marruecos para la primera visita presidencial, Sánchez había preferido una fotito glamurosa con Macron en París. Pero pronto hubo de retomar la «realpolitik» del viejo Mariano: pagar a Marruecos para que controlase el flujo de pateras, como de hecho está haciendo. También cortó de cuajo las acogidas de buques de las oenegés.

Ante el Open Arms, con más de un centenar de personas dando vueltas por el Mediterráneo en una situación lacerante, el Gobierno ha hecho todo lo contrario que con el Aquarius. Del Ejecutivo más solidario pasamos a uno con corazón de piedra. «No puede ser que España sea el único puerto seguro del Mediterráneo», refunfuñaba Ábalos el pasado día 5 rechazando el barco. Sánchez, acantonado en sus vacaciones marismeñas, ni siquiera se ponía al teléfono cuando lo llamaban los dirigentes de Open Arms. Por fin ayer, en un gesto vía Twitter, el magno estadista ofrece primero el puerto de Algeciras y luego el de Mahón... sabedor de que el barco tal vez sea incapaz de completar esa singladura dada la crisis que vive a bordo.

Ni plan ni método, como de costumbre. Al igual que la UE, que se resiste a asumir que mientras Libia siga siendo un Estado fallido no habrá solución posible.

Luis Ventoso.

Director Adjunto. ... (ver texto completo)
VIDAS EJEMPLARES.

Buscando ultras desesperadamente.

Enternecedor el denuedo con que se busca la maldad de «las tres derechas»

Luis Ventoso

Actualizado:

15/08/2019 23:52h.

Alarma. ¡Paren las rotativas!, como se voceaba antaño en los viejos periódicos Gutenberg. ¡Escándalo y pánico en la Comunidad de Madrid! Isabel Ayuso gobernará aceptando los acuerdos que ha firmado «con la ultraderecha». Uff, qué horror. Titulares estremecidos en la prensa sanchista. Sudores fríos entre el progresismo de guardia en agosto. Adriana Lastra, número dos del PSOE -lo que acredita su buen momento intelectual-, siempre amiga de las opiniones matizadas, arde en justa indignación ante la barbaridad fachosa de Ayuso de bajar los impuestos: «Cualquier día acabará defendiendo el terraplanismo, o a los antivacunas», le reprocha enfurruñada. Adriana, que fuma en pipa, no quiere perder su precioso tiempo en analizar las propuestas de Ayuso: «No voy a comentar cada tontería que diga la presidenta de Madrid», zanja la pensadora asturiana en un rapto de dignidad.

Como el progresismo obligatorio siempre tiene la razón, a mi no me cabe duda de que Ayuso ha firmado unos acuerdos tremebundos, prietos de postulados propios del peor Mussolini. Así que consulto la prensa oficialista para conocer las medidas concretas de «ultraderecha» a las que ha sucumbido la flamante presidenta de Madrid. Ahí van:

-Los centros educativos públicos de la Comunidad tendrán que informar a los padres sobre qué temáticas van a abordar en los talleres y charlas en los que participan sus hijos. Sin duda necesito con urgencia el curso intensivo de Reeducación en el Espíritu Progresista, porque no pillo la maldad de la medida. De hecho me parece de lo más razonable y un ejemplo de transparencia a la escandinava.

-Hay que combatir al machismo, pero no a los hombres. Sigo un poco espeso. Esta frase, al parecer digna de Himmler, también me resulta razonable.

-Promover la natalidad y crear una consejería de Familia. Por lo visto otro zarpazo súper facha. Pero -y ya lo siento- también me parece positivo en un país con un pavoroso problema demográfico y donde se están desatendiendo a las familias y a las clases medias mientras se centra el foco en las minorías.

-Las Fuerzas de Seguridad tendrán acceso a los datos de la Administración sobre los inmigrantes en situación irregular. Si están de manera ilegal en España, ¿no debe la Policía poder acceder a la información sobre su situación? ¿Cuál es el problema?

-Destinar ayudas al desarrollo, a luchar contra la despoblación. Otro terrible imperativo ultra de Vox, que en realidad viene a ser lo mismo que les dijo Sánchez la semana pasada a los representantes de la España vacía en sus rondas de propaganda.

Este es el terrible «programa ultraderecha» al que se ha plegado Ayuso. Pero el mantra funcionará, porque en este alegre país nadie se toma la molestia de leerse la letra pequeña.

Luis Ventoso.

Director Adjunto. ... (ver texto completo)
HORIZONTE.

Vaciar la Corona de contenido.

Si corresponde al Rey conceder un título, ¿cómo puede corresponder a Sánchez o a las Cortes retirarlo?

Ramón Pérez-Maura.

Actualizado:

09/08/2019 05:26h.

Pedro Sánchez empieza a dar demasiados signos de ninguneo a la Corona. Quizá no sean gestos muy ostentosos ni se aprecie una aparente gravedad en ellos. Pero demuestran el nulo respeto que siente el doctor Sánchez por la institución de la Monarquía. Es decir, su deseo de no respetar la Constitución vigente. Porque la Monarquía Constitucional es la forma de Estado que nos hemos dado los españoles por medio del referendo que validó nuestra Carta Magna en 1978. Cambiar el Título II para suprimir la Corona es algo difícil de hacer porque los españoles le otorgaron una especial protección en el texto que se votó por mayoría aplastante. Pero vaciar la figura del Rey de contenidos es algo más difícil de impedir.

Habrá quien crea que los reiterados desplantes horarios de Sánchez al Rey no tienen importancia, pero tienen muchísima. Porque es una forma de decir que el que prima es Sánchez, no el Rey. El retraso del pasado miércoles, llegando 50 minutos tarde, ya supera todo lo admisible. Moncloa explicó malamente que se le habían complicado las reuniones de la mañana en la Presidencia del Gobierno, donde recibía a colectivos de industria y turismo a las 9,30. Cuando uno da prioridad a esos colectivos sobre la figura del Monarca, está demostrando con hechos el valor que da a la figura del Rey. Por no hablar de la inexistente educación del doctor Sánchez. Y eso no es culpa de que su tesis fuese plagiada. Eso es porque en su casa no lo educaron. Y la buena educación no es una cuestión de clase social, ni de nivel económico. Las personas mejor educadas que he conocido suelen ser las más modestas. Y cuando crees que el mundo gira en torno a tu persona, la buena educación desaparece porque el número uno eres tú. Y el Rey, como mucho, puede aspirar a ir detrás de ti.

En las últimas horas hemos tenido otro ejemplo de injerencia en las competencias del Rey. La nueva ofensiva contra el Ducado de Franco es también un ataque a las competencias del Monarca. Porque ése fue un título concedido por el Rey Juan Carlos I. Si corresponde al Rey conceder un título ¿cómo puede corresponder a Sánchez o a las Cortes retirarlo? A lo largo de nuestra historia la pérdida de títulos por sus legítimos poseedores se ha dado en muy pocas ocasiones. La última fue la que realizó el propio Rey Felipe VI cuando decidió retirar la dignidad de duquesa de Palma de Mallorca a la Infanta Cristina por razones sobradamente conocidas.

Puestos a sacar la guadaña, Sánchez quiere acabar con todos los títulos concedidos en el Reino de España durante el mandato del general Franco. Que debe de ser algo que tenía a los españoles clamando por ello y yo no me había enterado. Un título se concede para reconocer una aportación relevante a la patria: intelectual, artística, económica, deportiva… pero Sánchez va a hacer tabla rasa y acabar con todos al margen de qué fuera lo bueno que hicieron. Porque ya se sabe que si Franco reconocía algo, tenía que ser malo. Creó en 1948 el Ducado de Calvo Sotelo para reivindicar la figura del asesinado el 13 de julio de 1936. Pues para Sánchez bien muerto estuvo. Creó en 1955 el Condado de Fenosa para reconocer el desarrollo que posibilitó la acción de Pedro Barrié de la Maza, pero mejor hubiera sido la vida de las aldeas gallegas sin tendido eléctrico. Y, en fin, en 1952 creó el Marquesado de Ramón y Cajal para reconocer a título póstumo al premio Nobel, muerto en 1934, pero ahora Sánchez ha descubierto que don Santiago era un valeroso falangista.

Además de sectarios, iletrados.

Ramón Pérez-Maura.

Articulista de Opinión. ... (ver texto completo)
RONDA DE CONTACTOS SECTORIALES.

Sánchez, en el calendario Pirelli.

Jesús Lillo.

Actualizado:

06/08/2019 23:42h.

Todavía no está claro qué mes del año ilustrará Rosalía en el calendario Pirelli, para el que ha posado como parte de su febril proceso de diversificación comercial. En las fotografías realizadas por Paolo Roversi, la postcantaora catalana va vestida de entretiempo, pero nunca se sabe dónde puede acabar una cuando se quita el chándal. Abril, octubre, marzo... Quién sabe. Agosto está pillado, el de este año y, al paso que vamos, también el del que viene. La chica de agosto es Pedro Sánchez, que posa como Rosalía para un calendario cuyas páginas llegan hasta septiembre y en el que todo es pose. Todo es Pirelli.

El estilismo de la imagen que aparece sobre estas líneas da cuenta del tono casual con que Pedro Sánchez afronta su ronda de contactos con los colectivos de lo que se ha venido en llamar sociedad civil, que no es otra cosa que gente en bermudas y con bambas. Pasan los días y caen las hojas del almanaque, encuadernado en canutillo y concebido como un folioscopio que aparenta movimiento. Es una mera ilusión óptica. Como cuando la tesis doctoral, Sánchez no hace nada. Se limita a posar. Todo es Pirelli.

Si la elaboración de aquel programa electoral con que el PSOE concurrió a las elecciones del pasado abril fue el resultado de un supuesto trabajo de campo, respuesta inequívoca a las inquietudes y demandas de la sociedad a la que se dirigía su candidato -Cataluña no entraba en aquel pasquín, de lo bien hecho que estaba-, algo ha debido de fallar para que solo tres meses después de aquella magna tormenta de ideas el secretario general socialista tenga que reunirse con pobladores de la España vacía, estudiantes de veraneo, ecologistas en reposo o, mañana mismo, ganaderos y gente de campo para hacerse una idea de lo que va el país. Aunque selectivo y sectario, el trajín es tal que hasta la Guardia Civil ha pedido la vez para salir un día de estos en lo que viene a ser el remake del «Si yo fuera presidente» de García Tola, programa donde hace más de treinta años y entre canciones de Sabina se dejaba retratar la España menos conocida y más quejica. Ahora es Rosalía la que canta y Sánchez el que recibe. Vamos a mejor. Tenemos a un presidente que considera que el centro consiste en sentarse en medio con un montón de gente dispuesta a ponerse a los lados. La chica de agosto muestra sus atractivos. Hasta septiembre todo es Pirelli.

Jesús Lillo.

Redactor. ... (ver texto completo)