Nos hablará de la pobreza, de los desahucios, de los ricos, de los pobres, de los bancos, de la enseñanza, de la sanidad, de las eléctricas, de las familias que pasan frío por no gastar corriente eléctrica, de, de, de... lo que ya sabemos.
Nada nuevo bajo el sol.
Y que nos va contar
Rajoy, lo bien que está
España, que ya salimos de la crisis, que ya se ven los brotes verdes, que los empresarios tienen lo que querían, esclavos por un sueldo de miseria, que la
sanidad está en coma, que los 6 millones de parados ya tienen
trabajo, que el y sus compinches ya tienen el futuro solucionado, que los parados ya no comen en comedores solidarios, que los niños ya no tiene hambre, que los jubilados ya no pagamos los medicamentos, que el 82% de las grandes fortunas ya no esta en paraísos fiscales. ¿Nos hablara Rajoy de todo esto?, no. Rajoy y sus huestes ya no tienen discurso
político al que agarrarse y aunque algunos les sigan votando, su credibilidad, igual que la del
PSOE, se ha hecho añicos a fuerza de mentir, manipular y enriquecerse de forma ilícita. y lejos de reconocer sus errores, se dedican a sacarse los trapos sucios unos a otros de forma infantil y descarada con la tranquilidad que proporciona la total falta de moral. Y, por si fuera poco, ahora el miedo a perder su estatus, su posición privilegiada y su poder económico les hace arremeter contra todo aquello que no sean ellos mismos, llegando incluso a culpar a otros de sus fatales errores
políticos. A esta critica feroz e infundada se agarrara el
PP como a un clavo ardiendo para intentar dar, sin conseguirlo, un poco de coherencia a un discurso político tan patético como aquellos que lo pronuncian.